sábado, 14 de febrero de 2015

Carta a María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López, c/c Henrique Capriles




Distinguidos amigos. Loable la invitación para elaborar un Acuerdo Nacional para una Transición,  y  a  “acompañar-lo- y enriquecer-lo – (…) para que sirva “de guía para superar la crisis y comenzar la reconstrucción del país”, agradeciéndoles la invitación, y en respuesta a ese llamado, hacemos a continuación sobre su texto, nuestro aporte, fruto de varios años de estudio sistemático y profunda reflexión, con el propósito de incrementar el número de acompañantes / enriquecedores del mismo, para que quede clara la ruta y el alcance que debemos y queremos, darle a un futuro acuerdo, y que este llamado se convierta, por la manera unitaria en que se elabore y la pertinencia, en un proyecto de refundación de un nuevo país, para lograr el objetivo final: una Venezuela moderna, desarrollada, democrática y sobre todo reconciliada.

Lo hacemos frente al hecho, de que en los últimos 16 años, los partidos acampados en la MUD, no han logrado identificar, ni el origen de la crisis venezolana, ni  que el Gobierno rectifique en sus políticas deliberadamente destructivas.

Tampoco han logrado la liberación de los presos políticos, y menos propuesto un proyecto de refundación del país. 

Por tanto, es poco probable que una coalición de tres o cuatro partidos políticos logre lo que no pudo la MUD.

Creemos en la necesidad de  optimizar su llamado, con los complementos que mostramos a continuación:

Llamado a los venezolanos a un acuerdo nacional

El pueblo de Venezuela vive una gravísima crisis, cuyo origen es, lo obsoleto del modelo de Estado federal de poder centralizado –EFCentralizado- con el que se viene gobernando nuestro país desde la colonia, (versión actual comunista, totalitario y militarista) caracterizado por:

a) Un  gobierno de poder ilimitado, centralizado en el Presidente de la República de turno (PR).

b) Una federación de 23 estados y 335 municipios absolutamente dependientes del PR de turno  y

c) Una economía mono productora extractora de petróleo, por parte de PDVSA, propiedad constitucional del PR de turno; todo legalmente promulgado por la Constitución de 1999, copia de la de 1961 y está de las anteriores, calcadas desde 1819.

Tal conjunción de factores, ha generado la crisis más catastrófica y profunda de la historia del país, profundizada por un régimen, que en los últimos dieciséis años, apoyada en ese modelo de EFCentralizado caduco y muerto técnicamente desde 1980, ha ejercido de manera impune la antidemocracia.

Un modelo centralista arcaico, aprovechado y engrandecido por un régimen ineficiente que despilfarró recursos públicos cuantiosos, con los cuales con el uso del otro modelo de gobierno, se hubiese podido impulsar el bienestar y el progreso de todos, en lugar de generar la ruina que hoy sufrimos.

En fin, el desastre que vivimos lo propicia y sostiene un modelo de EFCentralizado en fase terminal, que aprovecha una élite sin escrúpulos que tomó por asalto al Gobierno Presidencial Imperial, la Federación de 23 estados y 335 municipios y la economía que pauta la Constitución de 1999, que permite que el PR de turno, ejerza un absoluto dominio del país gracias a que es jefe del Estado, jefe del gobierno, “dueño constitucionalmente” de la recaudación fiscal, de todas las tierras laborables y urbanizables y de todas las grandes empresas del país, particularmente PDVSA.

Lo grave del caso es que quien autoriza al PR, para tener ese gran poder, han sido TODAS las constituciones que hemos tenido, mediante el excesivo conjunto de atribuciones (art 236 y sus 24 ordinales). Leer:
Esta es la clave principal de la crisis, porque sin tal poder, el PR jamás hubiese podido transformar el EFCentralista socialdemócrata que recibió de la IV república, en el EFCentralista comunista totalitario actual y desplegar la opresión y destrucción que está ocasionando, apoyado en grupos violentos y en un militarismo de cúpulas, que controla la sociedad a través de la represión, degradando las instituciones y violentando todo ámbito de la sociedad hasta terminar de devastar la economía y dañar gravemente las bases de la paz de la república.

La precariedad y las tensiones que resultan de esta crisis y la insistencia del régimen en “profundizar” el modelo de EFCentralizado que la genera, pueden llevarnos en muy corto plazo, a una emergencia humanitaria, y a que venga ayuda internacional a repartir sopa en las esquinas.

Todo se ha deslegitimado, caotizado y anarquizado en extremo, especialmente el gobierno; siendo obvio, que cabalgando el EFCentralizado totalitario no resolvió, (a pesar de la bonanza que usufructuó), ni resolverá la crisis, y que entraron, Gobierno y modelo centralista, en fase agónica terminal.

Nuestro llamado es, generar un gran debate nacional, que resalte, con meridiana claridad, el origen de las causas estructurales de la crisis venezolana, y sobre esa base, construir un acuerdo, para conducir una transición en PAZ.

Una transición que tenga como principios, que sea unitaria, que participen todos los Partidos políticos y representantes de la Sociedad Civil organizada no partidista y personalidades, incluidos militares retirados y en razón de la gravedad de la crisis, que no es común, y tampoco se puede solucionar como las crisis anteriores; sugerimos convocar lideres ponderados y conscientes del PSUV, debido a que, es obligación de todo Venezolano, ayudar a resolver esta sempiterna y añeja crisis, para evitar el desborde de los cauces de la paz y la constitucionalidad.
Concebimos la transición, no como un simple cambio de gobierno, y menos como un golpe de estado, sino cambio de gobierno y cambio también pacifico, constitucional y unitario, del EFCentralizado, por un moderno Estado federal de poder descentralizado (EFDescentralizado) lleno de esperanza, que se produzca de la mano de la mayoría de los venezolanos, y que nos lleve sin retrocesos, a recuperar el espíritu y un orden democrático superior, como los países del I Mundo..

El acuerdo

Asumiendo ese compromiso hacemos un llamado, sin distingos políticos y  dejando de lado las diferencias, para que pongamos en marcha, con la urgencia del caso, un Acuerdo Nacional para la convocatoria del PODER ORIGINARIO, el único facultado para estos trascendentes cambios, dada la magnitud de la crisis, que nos ha traído a este momento constituyente que no debemos eludir, y así darle concreción a una genuina transición, dentro del marco constitucional.

Como premisa, del ejercicio del poder originario, generar un Gran debate nacional, sobre el origen estructural y solución de la crisis Venezolana; para preguntarle a los venezolanos, a los Partidos Políticos, a la Sociedad Civil organizada no partidista (gremios, sindicatos etc.) y a personalidades de alta experticia profesional y técnica  si a la luz de la experiencia histórica de los últimos 200 años, con énfasis en los últimos 16, debe el país seguir siendo organizado y gobernado mediante el modelo EFCentralizado que es el que  nos ha traído a esta dramática situación.

Si el debate nacional sobre el origen y solución de la crisis, arroja la necesidad de sustituir el Centralismo por un EFDescentralizado, se debe convocar entonces, UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, que elabore, un nuevo Pacto social, un anteproyecto de una nueva Constitución; o  preparar  las elecciones parlamentarias con dos objetivos claros: Ganar las elecciones a pesar de la parcialidad manifiesta del CNE y  propiciar desde la nueva ANL la sustitución del Centralismo por un EFDescentralizado, encargando a una comisión de especialistas; igual  como  hizo el Congreso Nacional de 1959 con la Constitución de 1961; que redacte un anteproyecto de Constitución, que contenga el nuevo modelo EFDescentralizado que sustituirá al existente, capaz de instituir plenamente la descentralización, con el ejercicio pleno de los poderes regionales y locales y participación ciudadana genuina que establecería la nueva Constitución y las leyes.

Este debate nacional propiciaría una unidad superior inédita, a través de las visiones de los trabajadores, jóvenes, empresarios,  académicos,  políticos, miembros de las iglesias y de la Fuerza Armada, osea, de todos los sectores nacionales.

El debate, abriría un proceso de despolarización política y de reconciliación nacional, que convoca e involucra activamente, y significa una reconstrucción desde las bases mismas de la sociedad, para la paz.

Proporcionaría acuerdos, consensos y compromisos que serían la base del gran Acuerdo Nacional, que le daría solidez, a las decisiones que deberán ser adoptadas, para salir momentáneamente de la crisis en todos los ámbitos, armonizar socialmente al país y asegurar la estabilidad política, en su paso por un proceso, que experimentará riesgos, turbulencias, y acechanzas de diverso orden, como las tortuosas sendas por donde han pasado los países del I mundo, que hoy admiramos de Europa occidental después de la II Guerra mundial, Japón, Sur Corea, España después de Franco, Alemania después de Hitler, Italia después de Mussolini, etc. El caso venezolano es idéntico, e idéntica debe ser la solución, de la mano de la mayoría de los venezolanos, que nos lleve sin retrocesos, a remediar la espantosa situación política, social y económica y, simultáneamente, a instalar un EFDescentralizado, que es el orden democrático superior vigente en el primer mundo.

¿Que hicieron los líderes políticos y la Sociedad Civil de esos países frente a la ultra devastación provocada por el Centralismo?

Instauraron gobiernos de transición, implementaron medidas de emergencia para aliviar la crisis y CONVOCARON EL PODER ORIGINARIO desde una ANC o desde los Parlamentos Nacionales; ellos, vivieron como nosotros ahora, un momento constituyente.

Esto obligaría a asegurar la lealtad y el apego de la Fuerza Armada Nacional a los intereses de la nación y su desvinculación a la intrusión extranjera y actividad político-partidista.

Venezuela será, lo que los venezolanos hagamos de ella, a través del cambio de modelo del Centralismo, por el EFDescentralizado que nosotros mismos decidamos.

Ese cambio o transición  estará asegurado por los consensos y compromisos del gran Acuerdo Nacional para la convocatoria del poder originario para la Transición, que debe desembocar en un Proyecto definitivo de refundación de un nuevo país, basado en la descentralización.

“Sin descentralización efectiva del poder, la democracia, en el futuro, no podrá sobrevivir”
“No hay democracia occidental consolidada después de la segunda guerra mundial, que no se haya descentralizado”

Luis Balo Farías / Julio Belisario M.

Caracas, 14 de Febrero de 2015


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