lunes, 15 de mayo de 2017

Emergencia Nacional

Por Luis Granados

Quiero equivocarme, pero en escrito reciente señalaba a los sectores políticos o no del país en general, que no entender en su verdadera dimensión el nefasto propósito del régimen de convocar la fraudulenta constituyente, era estar de espaldas a los legítimos intereses y aspiración de los venezolanos de liberarse de esta insolente y oprobiosa dictadura que nos reprime, humilla, viola nuestra dignidad y postra el país a los más detestables y criminales intereses del terrorismo y narcotráfico. Dictadura que con esta constituyente de Maduro pretende, como consumados traidores a la patria, legalizar sus corruptos e ilegales manejos y convenios extranjeros, y sus violaciones, crímenes y asaltos al patrimonio de los venezolanos y de la Nación.

Estamos ante una verdadera Emergencia Nacional, estamos en el momento en que: O, nos unimos todos para impedir esa nefasta constituyente o perdemos al país a manos de estos trúhanes. Es necesario para evitarlo presentar al país una solución que asumamos todos el compromiso realizar, que hagamos uso de la soberanía y el poder originario consagrado en el texto constitucional en los art, 5, 70, 71, 347, 333, 348, 349 y 350, que nos dan el mandato de que el pueblo se consulte y se manifieste mediante referéndum, ante los temas de especial trascendencia nacional o asumir la convocatoria a una autentica y constitucional, constituyente de carácter originario, convocada por iniciativa popular, sin la participación del poder constituido, CNE, TSJ. Son opciones que el pueblo soberano, acogería contundentemente con apoyo de la comunidad internacional, pueblo que heroicamente lucha en las calles en rebelión constitucional (art.350), contra el régimen, por el rescate de la democracia y libertad, por solución definitiva a sus carencias y por un Gran Cambio radical y el rechazo absoluto al zarpazo de Maduro a la soberanía popular, pretendiendo imponer una constitución fraudulenta para eternizarse en el poder.

¿Es muy complicado entender, para la dirigencia nacional, que imponernos una constituyente que controlaran mediante unas bases inconsultas que les garantice el 62% de los constituyentitas, aprueben y se presenten ante el mundo con una constitución fraudulenta que argumentaran es producto de la voluntad del soberano, y que es el instrumento que necesitan para “legalizar” su dictadura a la cubana, para liquidar la AN, legalizar el despojo del Esequibo, Arco Minero y Faja Petrolera? ¿Una constitución que mediante corruptas e impunes negociaciones les permita seguir endeudando y entregando el país porque no tendrían la oposición de una Asamblea Nacional, que les impida legalizar tan nefasta y oscuras transacciones, seguir empobreciendo y esclavizando al pueblo, legalizar la corrupción y acrecentar sus mil millonarias fortunas impunemente?

Si permitimos que lleven adelante este despropósito, no tengamos duda alguna que impondrán como constitución del país a la constitución Cubana y Plan de la Patria, donde se pierde la soberanía del pueblo, que la pasara a ejercer el PSUV, la cúpula del gobierno, y todo el sistemas de derechos, humanos, económicos, culturales, políticos y toda la actividad nacional, estará bajo el control de la dictadura comunista mono partidista, donde habrá más presos y desaparecidos políticos y liquidada la libre expresión y propiedad privada.

Pregunto. ¿Acaso no es necesario, aparte de las heroicas marchas, protestas y vidas que se han ofrendado por la libertad, accionar un propósito, propuesta o proyecto que todos acojamos y defendamos ahora y después de superar esta crisis, de manera definitiva como solución a esta Emergencia Nacional? O debemos esperar más represión, opresión y miseria para actuar?

Es un hecho que la Asamblea Nacional aun representa la soberanía popular que el pueblo le deposito al ser electa en el 2015 y que de manera inconstitucional el régimen desconoce sus actuaciones y logro desincorporar a 3 diputados de Amazonas proclamados por el CNE, sin que sea resuelta esta situación bien sea por convocatoria a nuevas elecciones o a su reincorporación definitiva; CNE que si se apresta diligentemente a convocar a un proceso electoral constituyente, en clara asociación con el gobierno para delinquir una vez más.

A la luz de esta conducta y actuaciones reiteradas de ilegalidad compulsiva de las instituciones secuestradas por Miraflores, vale la pena preguntarnos:
¿Acaso no es posible la reconstitución de la Asamblea Nacional con los diputados electos (2/3 partes), y tomar la iniciativa de convocar a una constituyente y nombrar un Tribunal electoral para que rija dicho proceso constituyente?

¿O, porque la AN no solicita con acatamiento al artículo 71, dado de que esta es una materia de trascendencia nacional, llamar a un referéndum consultivo para preguntarle al pueblo soberano, si acepta o no, convocar a la constituyente fraudulenta y tramposa convocada por Maduro, para lo cual solo es necesario de la mayoría simple de los diputados o el 10% de las firmas de los venezolanos inscritos en el Registro Civil y Electoral?

¿O, porque negarse o posponer injustificadamente que el pueblo en su derecho soberano convoque a la auténtica y legal constituyente originaria, recabando el 15% de electores inscritos en el RCE (2:900.000 firmas aprox.) y nombre el órgano supraconstitucional que rija dicho proceso acorde con el art.5, 7, 70, 347, 348, 349 y 350 constitucional?
Sobre esta propuesta la Alianza Nacional ha puesto a disposición del liderazgo nacional, la propuesta que por años ha venido elaborando de un Proyecto País Venezuela Reconciliada vía Constituyente, Las Bases Constituyentes y planillas, para convocar a una constituyente originaria, por iniciativa popular. No hay que tener miedo a un pueblo de firme vocación democrática, que observa, actúa y ha apoyado durante 18 años, las iniciativas de la MUD y es quien más sufre al régimen; en sus manos no se pierde la república y luchara para salvarla. La republica se pierde si no actuamos con determinación y el régimen impone la constitución cubana, totalitaria y dictatorial.

Seguros estamos que no deseamos para Venezuela el desenlace de una dolorosa y trágica confrontación entre connacionales para dirimir esta lucha por la libertad. No esperemos llegar a un armisticio, después de una tragedia humana imposible de cuantificar. El reto y compromiso con el país es definitivo, son momentos de poner a prueba las mejores capacidades del liderazgo nacional, para recuperar la patria, la paz, el progreso la democracia, la justicia y la libertad y dar solución verdadera y definitiva a esta Emergencia Nacional.

domingo, 7 de mayo de 2017

Rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente...

Luis Granados

Una vez más, la Conferencia Episcopal Venezolana interpreta fielmente el clamor del pueblo de Venezuela, en momentos de aguda y extrema crisis y de Emergencia Nacional. En su documento hace un  serio y responsable llamamiento al gobierno a que atienda,  las sentidas carencias y necesidades que padecemos los venezolanos, mediante la observancia a la constitución y también le hacen ver la inconveniencia de convocar una constituyente para “constitucionalizar” el “estado comunal” y para (sito): imponer el “Plan de la Patria”, traducción operativa del “Socialismo del siglo XXI”, sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor, que ha originado los males que hoy padece nuestro país, con serias consecuencias para el futuro del país. Además  hacen un firme rechazo a la inhumana represión ejecutada por la Guardia Nacional,  y a los colectivos que actúan impunemente bajo la mirada complaciente del régimen contra quienes en su derecho, manifiestan en las calles, con saldo doloroso de pérdida de vidas y numerosos heridos… ¡Ya basta de tanta represión! Señala el Episcopado Venezolano.

Igual expresan, (cito): “Ante toda esta lamentable situación, “rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente”, y exhortamos a la población en general a no resignarse, a levantar su voz de protesta, (subrayado nuestro).. pero sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren conducir al país a escenarios de mayor confrontación con el fin de agravar la situación y mantenerse en el poder”...(fin de la cita)

Con el llamado del Episcopado, recuerdo la expresión, “No tengan Miedo” de Juan Pablo II,  a los jóvenes en el estadio Universitario de la UCV, y  en ambos, se nos exhorta inequívocamente,  individual o colectivamente, de asumir sin vacilaciones  nuestra responsabilidad  de reafirmar o enmendar nuestro accionar ante cualquier injusticia o crisis. Como es el caso. Así que nos encontramos en  momentos tormentosos y críticos, de EMERGENCIA NACIONAL, de  salvar la Patria o la Perdemos, después de observar con asombro, tristeza, dolor  y rabia, que la esperanza de un pueblo ansioso de cambio, depositada en quienes hemos votado y elegimos de uno u otro bando, que parecen solo responder a sus intereses y no por al interés supremo de la Nación y su pueblo soberano.

Esta dolorosa y amarga decepción tiene por responsables, a un régimen  inobservante de la constitución y leyes, sus actuaciones  responden a la naturaleza hamponil, narcotraficante  y criminal, de muchos de quienes lo integran, poseedores de antecedentes penales, o requeridos internacionalmente por la justicia… y muy pronto por la nuestra; y también son culpables  quienes desde el parlamento y la tribuna política  no han sido capaces de concretar sus ofertas electorales y su accionar político, a pesar de  contar siempre, hasta ahora, con un mayoritario respaldo popular. De manera que nosotros también somos culpables por haberlos a ambos (oficialismo y oposición), reiteradamente votado o elegido, a pesar de sus fracasos, promesas, engaños y traiciones reiteradas.

Esta dolorosa decepción tiene cara de tristeza, dolor y rabia: Por la partida del hijo que abandona el país para buscar en otro, las oportunidades que el régimen le niega. Por la muerte del familiar o amigo a falta de medicinas o el asalto y asesinato impune a manos de delincuentes o colectivos  armados y protegidos del gobierno. Por la persecución a políticos y opositores  que impunemente apresan, persiguen o desaparecen, en flagrante violación a sus derechos humanos y políticos.  Por la carencia  de alimentos, medicinas y productos de aseo personal. Por la creciente pobreza, desnutrición y enfermedad que nos aqueja. Por la creciente y alarmante corrupción, narcotráfico, violencia, terrorismo e impunidad, ante lo cual nos encontramos como una población abandonada  del gobierno que a diario la veja, tortura, reprime y asesina en las calles del país, a manos de un régimen títere de los Castro y de los más oscuros e inhumanos intereses, del narcotráfico y terrorismo internacional, e insignes traidores a la patria. Somos un país que vive en una situación verdaderamente intolerable y dramática.

Así que de una vez por todas llego el momento del “no tengan miedo”, a “no resignarnos”  de asumir el liderazgo que el art. 5 de la constitución, nos reconoce ser los (sito),…“depositarios de la soberanía nacional, que no es intransferible y que podemos ejercerla directamente en la forma prevista en la constitución y ley e indirectamente por el sufragio, y los órganos que ejercen el poder público que emanan de la soberanía popular y a ellos están sometidos”. Liderazgo que el  país exige para solucionar esta insoportable crisis y padecimiento nacional.

Maduro oficializo con el  decreto 2831,un nuevo golpe  hamponil a la soberanía nacional y al poder originario del pueblo soberano, para pretender consolidarse en el poder, enfriar la presión democrática internacional, y  la protesta nacional, y a su vez cerrar el paso a elecciones que perderían  estrepitosamente, increpando a la oposición oficial de manera altanera, al  estilo de colectivo guapetón, vociferando con expresión  igual o similares: “¿No querían elecciones?… pues Vengan a votar en el proceso constituyente” cerrando, como era de esperarse la posibilidad de celebrarse elecciones de ningún tipo, éste ni el próximo año, sino cuando les  convenga que hayan y estén seguros de ganarlas fraudulentamente.

Así, que hay que terminar de entender amigos, que estos tipos no son demócratas, son trúhanes comunistas,  nazi fascistas, asaltantes y atracadores de nuestro  país.  Es hora de corregir de rumbo, amigos de la MUD, centremos el gran esfuerzo en la última alternativa constitucional, democrática, incluyente y electoral que nos queda: Si los venezolanos estamos prestos a erradicar esta oprobiosa y cruel dictadura que nos azota, pues  Convoquemos ya!.. por iniciativa popular, a una constituyente originaria, autentica y legitima, respetuosa del voto universal y secreto, como lo establece la constitución en sus artículos 347 y 348. Que garantice el Gran Cambio que Venezuela reclama y el rescate de la democracia y libertad.

Digamos NO, al fraude inconstitucional de Maduro  convocar, a una constituyente, amañada, que legalice el Plan de la Patria, elimine la pluralidad política y sus organizaciones, violadora de derechos humanos y políticos, que profundiza la devastación nacional  y con la flagrante violación flagrante de la dignidad humana a un pueblo  hambriento,  humillado y controlado, a quienes chantajean cruelmente con la limosna de misiones y bolsas de comida, para hacerlos cómplices y esclavos obligados de sus criminales traiciones a la patria, a la cubana.

Que esperamos para actuar, o acaso nos es suficientemente grave lo que sucede como para no hacerlo?  O vamos a esperar que concreten su criminal constituyente, adoptando la cubana?. Venezuela y las generaciones futuras no nos lo perdonarían. LA ALIANZA NACIONAL CONSTITUYENTE, los convoca a esta histórica jornada y pone a disposición de los demócratas su documento: Bases Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio, las Bases Comiciales y Planillas correspondientes,  todo con apego a la constitución y con la participación de eminentes constitucionalistas del país; para convocar una CONSTITUYENTE ORIGINARIA, autentica y constitucional y que sean las  grandes mayorías nacionales, depositarias del poder originario, las que por razón natural les corresponde hacerlo con determinación y firmeza, acorde con el artículo 347 constitucional. Y que la Fuerza Armada Institucional, proteja  y apoye  esta iniciativa de la soberanía popular a la cual se debe. Art. 25 y 328. No le tengamos miedo a este proceso convocado por el poder originario del pueblo soberano, quien más que él, que sufre y padece la dictadura y que con sus vidas en jornadas de heroica rebeldía constitucional, enfrenta al régimen opresor, (art. 350), sepa darse la sabia solución democrática que el país reclama definitivamente.

Esta jornada debe darse dentro del marco de la rebeldía constitucional actual, que contundentemente sean, 10 o mas millones de firmas,  recogidas en organizada e histórica jornada de un Gran Firmazo Nacional, bajo observación de una calificada y representativa Veeduría Internacional, que de fe de la autenticidad de todo el proceso y contando con el apoyo decidido de la Comunidad Democrática Internacional, las que abran el camino definitivo hacia la libertad y rescate de la soberanía nacional, la democracia, la libertad, la justicia, la paz  y la dignidad nacional. Y en palabras de la Conferencia Episcopal Venezolana, gritar todos: también ¡RECHAZAMOS LA CONVOCATORIA A ESA ASAMBLEA  CONSTITUYENTE!…  

De la crisis constituída, al Poder Constituyente

Por Rafael Grooscors Caballero

         Fueron tres ángeles del mal los que hipócrita y perversamente mancharon el siglo 20: en el octubre ruso, en 1917, Vladimir Ilich Uliánov (Lenin), con su Revolución Bolchevique; en 1922, cinco años después, Benito Andrea Mussolini y sus “Camisas Negras”, en nombre del Fascismo, “Estado Corporativo”, en Roma y más de una década posterior, en el Reichstag, Parlamento alemán, en 1933, Adolfo Hitler y su “Mein Kampf” (Mi Lucha) encargados de llevar al mundo a la más grande desviación del proceso evolutivo del hombre sobre La Tierra.  

         Comunismo, fascismo, nacionalsocialismo o “nazismo”, todos consagrando al Estado por encima de la sociedad y del valor del individuo, en nombre de un “pueblo” que tenía que estar inscrito a su lado. “Dentro del Estado, todo; fuera del Estado, nada”. Teorías falsas que la historia se encargó de rebatir, sin que por ello se hubiese impedido que, de vez en cuando, en países de débil cultura política, volviesen sus ideas a encandilar “colectivos”, ingenuamente convencidos de su “bondad”.  

         Es el caso nuestro, en el día de hoy, con un “pueblo” cuyo tamaño, desfigurado, inexistente, se presenta como fundamento de un régimen, sin orden, ni concierto, temerariamente encaminado a destruir a Venezuela, “por las buenas, o por las malas”.

         Un régimen, cuya errática gestión ha “constituido” una crisis de “pronóstico reservado”, hambre, miseria, desolación, persecución y castigo para las grandes mayorías, para concluir proponiendo una “constituyente”, a modo de señalar una vía para desandar su atropello. 

         No es la primera vez que se da el caso. Los que no aciertan y se aproximan al filo del abismo, en su desespero, se traicionan y mencionan los títulos de la sanción que merecen, a través de la cual debe ser redimido su pecado. La ilegitimidad y la carencia de virtudes, ante la crisis “constituida”, hacen que el régimen demuestre que sabe que no puede llegar hasta el final. Y por eso propone una “constituyente” para obviar lo “constituido” y ¡volver a empezar! Más fascismo que comunismo; más camisas negras que boinas rojas; nazismo puro y los “arios”, armados, abarrotando los linderos comunales falsificados.

         Pensamos que la misma Constitución de origen “chavista”, concebida, quizás, para otra época, tiene los indicativos, las herramientas indispensables, para “sacar de quicio” a los intrusos, adueñados ilegalmente del Poder. Y para, de una vez, corregir las debilidades estructurales de una República, a la que deben dársele las llaves para que abra, sin demoras, las puertas del futuro.

         Otra Constituyente, pero de verdad, prevista para que sea convocada, en propiedad, por el Poder Originario, por el soberano, en ejercicio electoral genuinamente democrático, mediante votación universal, directa y secreta, sin sectores privilegiados que valgan unos más que otros, sino instrumentando el único modelo posible en democracia: “un hombre, un voto”.

         Y para ello, ya hay una organización respetable trabajando, en la recolección del 15% de las firmas de los integrantes del patrón electoral –tres millones, aproximadamente— para ir a fondo a poner orden en un país con una pesada carga de desorden: la Alianza Nacional Constituyente. Todo lo que hay que hacer, como se hizo en 1999, es confeccionar una pregunta y tramitarla, vía referendo, para que la legítima expresión del soberano recupere para Venezuela, la fortuna perdida.

         Sugerimos un texto, basados en nuestra experiencia y nuestro conocimiento del medio ambiente humano nacional:

“¿Está Ud. de acuerdo en convocar, en base a lo dispuesto por la Constitución vigente y como representante del Poder Originario del soberano, a una Asamblea Constituyente, fundamentalmente para perfeccionar a la actual Constitución, en cuanto a la organización de la República democrática de Venezuela, incluida la descentralización y la autonomía plena de los Estados y para establecer sanciones, tanto a funcionarios públicos, cualquiera que fuere su rango, como a todo aquel que aparezca incurso en actos violatorios de su texto y de su espíritu, así como de los derechos humanos universales, expresamente los referidos a la libertad y a la justicia? SI____  NO____”