Luis Granados
Una vez más, la Conferencia Episcopal Venezolana
interpreta fielmente el clamor del pueblo de Venezuela, en momentos de aguda y
extrema crisis y de Emergencia Nacional. En su documento hace un serio y responsable llamamiento al gobierno a
que atienda, las sentidas carencias y necesidades
que padecemos los venezolanos, mediante la observancia a la constitución y
también le hacen ver la inconveniencia de convocar una constituyente para “constitucionalizar”
el “estado comunal” y para (sito): imponer el “Plan de la Patria”, traducción operativa del “Socialismo del
siglo XXI”, sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor,
que ha originado los males que hoy padece nuestro país,
con serias consecuencias para el futuro del país. Además hacen un firme rechazo a la inhumana
represión ejecutada por la Guardia Nacional, y a los colectivos que actúan impunemente bajo
la mirada complaciente del régimen contra quienes en su derecho, manifiestan en
las calles, con saldo doloroso de pérdida de vidas y numerosos heridos… ¡Ya
basta de tanta represión! Señala
el Episcopado Venezolano.
Igual expresan, (cito): “Ante toda esta lamentable situación, “rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente”, y
exhortamos a la población en general a no resignarse, a levantar su voz de
protesta, (subrayado nuestro)..
pero
sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren conducir al país a
escenarios de mayor confrontación con el fin de agravar la situación y
mantenerse en el poder”...(fin de la cita)
Con el llamado del Episcopado, recuerdo la expresión, “No
tengan Miedo” de Juan Pablo II, a los jóvenes en el estadio Universitario de
la UCV, y en ambos, se nos exhorta
inequívocamente, individual o
colectivamente, de asumir sin vacilaciones nuestra responsabilidad de reafirmar o enmendar nuestro accionar ante
cualquier injusticia o crisis. Como es el caso. Así que nos encontramos en momentos tormentosos y críticos, de EMERGENCIA
NACIONAL, de salvar la Patria o la
Perdemos, después de observar con asombro, tristeza, dolor y rabia, que la esperanza de un pueblo ansioso
de cambio, depositada en quienes hemos votado y elegimos de uno u otro bando, que
parecen solo responder a sus intereses y no por al interés supremo de la Nación
y su pueblo soberano.
Esta
dolorosa y amarga decepción tiene por responsables, a un régimen inobservante de la constitución y leyes, sus actuaciones
responden a la naturaleza hamponil,
narcotraficante y criminal, de muchos de
quienes lo integran, poseedores de antecedentes penales, o requeridos internacionalmente
por la justicia… y muy pronto por la nuestra; y también son culpables quienes desde el parlamento y la tribuna política
no han sido capaces de concretar sus
ofertas electorales y su accionar político, a pesar de contar siempre, hasta ahora, con un
mayoritario respaldo popular. De manera que nosotros también somos culpables
por haberlos a ambos (oficialismo y oposición), reiteradamente votado o
elegido, a pesar de sus fracasos, promesas, engaños y traiciones reiteradas.
Esta
dolorosa decepción tiene cara de tristeza, dolor y rabia: Por la partida del
hijo que abandona el país para buscar en otro, las oportunidades que el régimen
le niega. Por la muerte del familiar o amigo a falta de medicinas o el asalto y
asesinato impune a manos de delincuentes o colectivos armados y protegidos del gobierno. Por la
persecución a políticos y opositores que
impunemente apresan, persiguen o desaparecen, en flagrante violación a sus
derechos humanos y políticos. Por la
carencia de alimentos, medicinas y
productos de aseo personal. Por la creciente pobreza, desnutrición y enfermedad
que nos aqueja. Por la creciente y alarmante corrupción, narcotráfico,
violencia, terrorismo e impunidad, ante lo cual nos encontramos como una
población abandonada del gobierno que a
diario la veja, tortura, reprime y asesina en las calles del país, a manos de
un régimen títere de los Castro y de los más oscuros e inhumanos intereses, del
narcotráfico y terrorismo internacional, e insignes traidores a la patria. Somos
un país que vive en una situación verdaderamente intolerable y dramática.
Así
que de una vez por todas llego el momento del “no tengan miedo”, a “no resignarnos” de asumir el liderazgo que el art. 5 de la constitución,
nos reconoce ser los (sito),…“depositarios de la soberanía nacional, que
no es intransferible y que podemos ejercerla directamente en la forma prevista en
la constitución y ley e indirectamente por el sufragio, y los órganos que
ejercen el poder público que emanan de la soberanía popular y a ellos están
sometidos”. Liderazgo que el país
exige para solucionar esta insoportable crisis y padecimiento nacional.
Maduro
oficializo con el decreto 2831,un nuevo
golpe hamponil a la soberanía nacional y
al poder originario del pueblo soberano, para pretender consolidarse en el
poder, enfriar la presión democrática internacional, y la protesta nacional, y a su vez cerrar el
paso a elecciones que perderían estrepitosamente,
increpando a la oposición oficial de manera altanera, al estilo de colectivo guapetón, vociferando con
expresión igual o similares: “¿No
querían elecciones?… pues Vengan a votar en el proceso constituyente” cerrando,
como era de esperarse la posibilidad de celebrarse elecciones de ningún tipo, éste
ni el próximo año, sino cuando les
convenga que hayan y estén seguros de ganarlas fraudulentamente.
Así,
que hay que terminar de entender amigos, que estos tipos no son demócratas, son
trúhanes comunistas, nazi fascistas,
asaltantes y atracadores de nuestro país.
Es hora de corregir de rumbo, amigos de la MUD, centremos el gran
esfuerzo en la última alternativa constitucional, democrática, incluyente y
electoral que nos queda: Si los venezolanos estamos prestos a erradicar esta
oprobiosa y cruel dictadura que nos azota, pues Convoquemos ya!.. por iniciativa popular, a una
constituyente originaria, autentica y legitima, respetuosa del voto universal y
secreto, como lo establece la constitución en sus artículos 347 y 348. Que
garantice el Gran Cambio que Venezuela reclama y el rescate de la democracia y
libertad.
Digamos
NO, al fraude inconstitucional de Maduro
convocar, a una constituyente, amañada, que legalice el Plan de la
Patria, elimine la pluralidad política y sus organizaciones, violadora de
derechos humanos y políticos, que profundiza la devastación nacional y con la flagrante violación flagrante de la
dignidad humana a un pueblo hambriento, humillado y controlado, a quienes chantajean
cruelmente con la limosna de misiones y bolsas de comida, para hacerlos
cómplices y esclavos obligados de sus criminales traiciones a la patria, a la
cubana.
Que
esperamos para actuar, o acaso nos es suficientemente grave lo que sucede como
para no hacerlo? O vamos a esperar que
concreten su criminal constituyente, adoptando la cubana?. Venezuela y las
generaciones futuras no nos lo perdonarían. LA ALIANZA NACIONAL CONSTITUYENTE,
los convoca a esta histórica jornada y pone a disposición de los demócratas su
documento: Bases Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la
Reconciliación y el Cambio, las Bases Comiciales y Planillas correspondientes,
todo con apego a la constitución
y con la participación de eminentes constitucionalistas del país; para
convocar una CONSTITUYENTE ORIGINARIA, autentica y constitucional y que
sean las grandes mayorías nacionales,
depositarias del poder originario, las que por razón natural les corresponde
hacerlo con determinación y firmeza, acorde con el artículo 347 constitucional.
Y que la Fuerza Armada Institucional, proteja
y apoye esta iniciativa de la
soberanía popular a la cual se debe. Art. 25 y 328. No le tengamos miedo a este
proceso convocado por el poder originario del pueblo soberano, quien más que
él, que sufre y padece la dictadura y que con sus vidas en jornadas de heroica
rebeldía constitucional, enfrenta al régimen opresor, (art. 350), sepa darse la
sabia solución democrática que el país reclama definitivamente.
Esta
jornada debe darse dentro del marco de la rebeldía constitucional actual, que
contundentemente sean, 10 o mas millones
de firmas, recogidas
en organizada e histórica jornada de un Gran
Firmazo Nacional, bajo observación de
una calificada y representativa Veeduría Internacional, que de fe de la
autenticidad de todo el proceso y contando con el apoyo decidido de la Comunidad
Democrática Internacional, las que abran el camino definitivo hacia la libertad
y rescate de la soberanía nacional, la democracia, la libertad, la justicia, la
paz y la dignidad nacional. Y en
palabras de la Conferencia Episcopal Venezolana, gritar todos: también ¡RECHAZAMOS
LA CONVOCATORIA A ESA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE!…
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