martes, 2 de junio de 2015

Proyecto País, Cambio necesario y posible…Constitucionalmente

Humberto Acosta Rª.                                                                                             

La grave crisis política-económica y moral que sufre la sociedad  ha  conducido al desbaratamiento de Venezuela. El régimen produjo lo inimaginable: cambiar  un país rico, a otro con  la mayor pobreza en el mundo. La cacareada  “revolución del Siglo XXI” hizo el anti- milagro de pasar  una Venezuela de muchos recursos y con  problemas,   que ciertamente crecía y producía, con una moneda fuerte, en libertad y democracia, por una Venezuela empobrecida, dividida, atrasada y la moneda envilecida. Los signos  evidentes del caos se observan  en los ámbitos esenciales de la República. Así, puede resumirse en lo: Político, ineptocracia, inconstitucionalidad, fractura institucional, ingobernabilidad y militarismo asfixiante. Económico: aparato productivo destrozado, improductividad, inflación, escasez e intervencionismo oficial, con nepotismo e incompetentencia. Social: división, exclusión, anarquía, desconfianza, anomia, atraso, pobreza, desempleo, servicios pésimos e inseguridad ciudadana y corrupción hasta los tuétanos. Moral: fraude, desconfianza, desesperanza, desmoralización, mentiras y en las Relaciones Internacionales: colonialismo, aislamiento, desprestigio, entreguismo e incoherencia, con pérdida de la soberanía nacional.

El caos no permite encontrar el desarrollo de la Nación. Ni vivir ni trabajar o  estudiar en paz,  con seguridad y esperanza. Además, existe la pretensión del gobierno por eternizarse, aplicando represión, ventajismos,CNE parcializado y un  autodenominado Plan de la Patria impuesto, populista e improvisado, fundamentado en un  modelo socio-económico  anti.constitucinal,fracasado y militarista, anclado en el  pasado y con un balance negativo de altos costos y riesgos.

En tales circunstancias el cambio del régimen es necesario e ineludible. El 80% de los ciudadanos lo queremos, incluyendo la base chavista. Venezuela luce agotada de estos 16 años de un gobierno nefasto.

El cambio es posible e impostergable, básicamente se necesita  la unidad e inclusión de los ciudadanos,  para disponer que la Fuerza Popular, organizada y movilizada, enfrente y  derrote  electoralmente a la Fuerza Gubernamental. Ello significa que la Sociedad Civil y el liderazgo político integrado con Objetivos comunes, acuerden dos aspectos previos determinantes, urgentes e importantes:

 Pacto Social-Político por la Reconciliación y Reconstrucción de Venezuela, alrededor de un Proyecto País y, segundo, aplicando la Constitución aprobar consensuadamenté la Ruta Democrática,  especialmente en el periodo posterior  a las elecciones parlamentarias. Se necesita, eso sí, interpretar bien  el contexto y saber qué hacer con el malestar y el anhelo de los venezolanos. Lo sensato e inteligente es   realizar conjuntamente esfuerzos necesarios a favor de la integración de la Fuerza Popular y asumir Iniciativas Populares, con Objetivos superiores y comunes a todos. Objetivos del País y Objetivos inherentes a las comunidades regionales/locales y de los ciudadanos, todos posibles de lograrlos, si dialogamos, debatimos y acordamos, entre todos, la formulación de un Proyecto de País  y la forma en que el mismo pueda ser ejecutado en libertad, democracia y paz.

El Proyecto de País y Pacto Social-Político para re-construir la República, en consenso. Ambos instrumentos de arte y ciencia política, de teoría y praxis, son para la reconciliación e integración, recurriendo a la conciencia y  responsansabilidad de los ciudadanos, utilizando los recursos que  dispone la sociedad, principalmente: Fuerza Popular con Iniciativa, capital humano competente y el clamor por el  cambio del régimen. Además, existen experiencias nacional e internacional de pactos políticos para el restablecimiento de sistemas democráticos: Chile, España, Colombia y el Pacto de Punto de Fijo, acordado en 1957 y  exitoso para la República y la democracia nacional.

 El pacto debe definir el que hacer, después de las elecciones parlamentarias,   analizando desde ya  los diferentes escenarios posibles: Ganar con mayoría absoluta o simple e incluso perder dicha Asamblea.Asimismo, discernir  sobre los diferentes procesos constitucionales posibles de realizar para los Objetivos propuestos: Referéndum Revocatorio, Reforma Constitucional, Solicitud de Renuncia al Sr. Maduro o convocar a un Proceso Constituyente por Iniciativa Popular, invocando los artículos 347  y 348  Constitucionales.

Todos, procesos legítimos, viables, cuyas ventajas y desventajas deben ser precisadas, en función de  seleccionar el más adecuado, para garantizar la participación efectiva de los ciudadanos y el logro de los grandes Objetivos Nacionales.  Tenemos que cambiar: Por un nuevo y mejor País, donde exista  reconciliación, gobernanza, gobernabilidad, autonomía e independencia de  poderes. Un país federal donde prevalezca la justicia sin impunidad, descentralización, autonomías regionales /locales y el respeto de los DDHH e Instituciones (Universidades, Iglesia, FFAANN, Colegios, Gremios, Sindicatos, Familia, etc.). Cambio   por  la Venezuela positiva que está sufriendo colas, escasez, indignidad e inseguridad. Cambio ineludible por la juventud estudiosa y trabajadora, por un futuro democrático y digno, sin presos ni exilados políticos, por  libertad y desarrollo. Cambio  positivo de régimen y de un modelo equivocado e inconstitucional que después de 16 años mayormente produce… pena, dolor, vergüenza e indignación. Solución si hay. Entonces, vamos a su encuentro con la fuerza popular organizada y movilizada, con firmeza  y FE.

 ªProfesor Universitario.Ex.Rector UNET.     midtachira@gmail.com

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