jueves, 3 de septiembre de 2015

EL PUEBLO DEL TACHIRA ANTE EL ESTADO DE EXCEPCION

En el mismo ámbito geográfico e histórico, territorios de libertad y unión de nuestros pueblos, por donde el Libertador Simón Bolívar en 1813 continuó su gloriosa Campaña Admirable, que liberó a Venezuela y, en  el Congreso de Cúcuta celebrado en la Villa del Rosario, se sella  la unión de Cundinamarca y Venezuela para fundar la Gran Colombia. Hoy, quienes se autocalifican de “bolivarianos”, desconociendo  éste vínculo Indisoluble de hermandad entre ambos países, traicionan el legado de integración de Bolívar, mediante el inicio de una premeditada, alevosa y oprobiosa operación militar y policial, contra una población indefensa de hombres, mujeres y niños colombo-venezolanos a quienes  violan  sus derechos humanos, deportándolos forzadamente, destruyendo sus viviendas, sus humildes pertenencias y separando las familias, generando con tal acción terror y éxodo.

Ante esta desproporcionada y cruel operación, el pueblo del Táchira unido al poder social de las instituciones cívicas, fiel a su tradición republicana, asumiendo en acción la primera estrofa de nuestro himno tachirense:

“Las glorias de la Patria,
sus fueros de Nación,
unidos defendamos
con ínclito valor.”

Levantamos nuestra voz de protesta y manifestamos al pueblo de Venezuela, a los hermanos de Colombia, a las Naciones Latinoamericanas, y a todos  los pueblos democráticos del mundo, lo siguiente:

1.- La firme y categórica disposición del pueblo tachirense de defender unidos las glorias de nuestra patria, su soberanía, su honor y valor republicano, como pueblo por siempre comprometido con la democracia, la justicia, la paz, la libertad y la integración.
 
2.- El rechazo y condena, con la mayor determinación, de los continuos pronunciamientos y actuaciones del gobierno nacional y regional en los hechos que vienen ocurriendo en territorio fronterizo, violatorios de derechos humanos, acuerdos y tratados internacionales, que han ocasionado daños morales, personales y materiales de tal magnitud, que son  causa de indignación y repudio en todo el mundo civilizado. Nos avergüenzan estos sucesos oprobiosos, xenofóbicos  que deben ser investigados y sancionados con toda rigurosidad por los organismos internacionales competentes.

3.- Destacar que esta región fronteriza tiene un origen común y una historia compartida que se manifiesta en vínculos de sangre, de costumbres y cultura; con desarrollo de valores y virtudes incuestionables y en esencia, una gran  actividad creativa conjunta, que históricamente han forjado miles de hombres y mujeres, que  constituyen la gran familia colombo-venezolana, que forman parte de la dinámica que genera el puerto terrestre más importante de Latinoamérica y que hoy dolorosamente, sufre las retaliaciones del poder central, como también del chantaje y soborno institucionalizado en múltiples alcabalas y controles.

4.- Enfatizar, que las acciones que repudiamos, dejan lamentables e indeseables secuelas que afectan gravemente la vida y actividad diaria de la frontera, con incidencia en todos los órdenes de la dinámica social, familiar, económica y cultural de la zona, ocasionando grandes e irreparables perdidas y numerosos inconvenientes para sus habitantes, y para todos los que por ella transitan. 

5.- Exigir a los gobiernos de Venezuela y Colombia que es sensato y urgente definir para esta región las normas jurídico-económicas que garanticen la integración, los derechos y deberes, la seguridad personal y jurídica, la erradicación de mafias y organizaciones político-militares que imponen su propia ley, ante la indefensión de los ciudadanos. Es también obligante exhortar a ambos gobiernos a consultar dichas normativas con los ciudadanos e instituciones que integran la frontera, para sembrar la fuerza de la unión, el progreso y la cultura de la paz.

6.- Igualmente declarar que el gentilicio tachirense está íntimamente enraizado en este portal de ambas naciones con las mejores cualidades que enaltecen al pueblo de Colombia y forman parte de nuestro ADN vital y colectivo, y por ello afirmamos, que no habrá ahora ni nunca jamás, ninguna infortunada acción que pueda romper esta histórica y fraterna hermandad. 

Por ello, en ejercicio del derecho que nos confiere la Constitución, exigimos:

a.       El cese inmediato, por parte del gobierno nacional y estadal, de las acciones represivas violatorias de los derechos humanos, leyes y tratados internacionales que regulan la actividad fronteriza, acogiéndose a los mismos de manera estricta y sin dilaciones.
b.       La apertura inmediata de la frontera y garantizar el restablecimiento pleno del encuentro familiar y de las actividades sociales, comerciales, educativas, productivas, de tránsito y asistenciales en las zonas afectadas, prodigando la debida protección de vidas y bienes.
c.       Derogar el inconstitucional Decreto de Excepción y su ampliación a otros municipios del Táchira.
d.       Reparar los daños morales y materiales ocasionados a las familias víctimas de los atropellos.
e.       Concertar, con la participación de los sectores que hacen vida en la frontera, la política especial que preserve la integridad territorial, la soberanía, la seguridad, la defensa, la identidad nacional, la diversidad y el ambiente, de acuerdo con el desarrollo cultural, económico, social de esta particular región, destinada a favorecer la integración, mediante la Ley Orgánica de Fronteras, ordenada en la Disposición Transitoria Sexta de la Constitución de 1.999 e incumplida por la Asamblea Nacional. La participación efectiva de la población fronteriza, permitirá a corto plazo conformar una pujante metrópoli que responda a una planificación integral y concertada de desarrollo binacional en todas las áreas del quehacer cotidiano, erradicando las mafias civiles y militares enquistadas en la zona. 

La idea de unir a los países de América Latina y del Caribe en un solo bloque económico, político y social, para hacer frente a las intenciones de los países poderosos, es un sueño que se gesta en el continente desde el mismo momento en que nuestros ancestros decidieron luchar por la independencia y la libertad de nuestros pueblos. El Libertador, en la Carta de Jamaica dejó escrito para la posteridad:

"Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande Nación del Mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria".

Venezolanos y Colombianos, luchemos unidos por hacer realidad el sueño de Simón Bolívar y liberarnos de las cadenas y mafias que nos engañan, manipulan y oprimen!

San Cristóbal, Septiembre de 2.015

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