En el mismo ámbito geográfico e histórico, territorios de libertad
y unión de nuestros pueblos, por donde el Libertador Simón Bolívar en 1813
continuó su gloriosa Campaña Admirable, que liberó a Venezuela y, en el Congreso de Cúcuta celebrado en la Villa
del Rosario, se sella la unión de
Cundinamarca y Venezuela para fundar la Gran Colombia. Hoy, quienes se
autocalifican de “bolivarianos”,
desconociendo éste vínculo Indisoluble
de hermandad entre ambos países, traicionan el legado de integración de Bolívar,
mediante el inicio de una premeditada, alevosa y oprobiosa operación militar y
policial, contra una población indefensa de hombres, mujeres y niños
colombo-venezolanos a quienes violan sus derechos humanos, deportándolos
forzadamente, destruyendo sus viviendas, sus humildes pertenencias y separando
las familias, generando con tal acción terror y éxodo.
Ante esta desproporcionada y cruel operación, el pueblo del
Táchira unido al poder social de las instituciones cívicas, fiel a su tradición
republicana, asumiendo en acción la primera estrofa de nuestro himno tachirense:
“Las glorias de la Patria,
sus fueros de Nación,
unidos defendamos
con ínclito valor.”
sus fueros de Nación,
unidos defendamos
con ínclito valor.”
Levantamos nuestra voz de protesta
y manifestamos al pueblo de Venezuela, a los hermanos de Colombia, a las
Naciones Latinoamericanas, y a todos los
pueblos democráticos del mundo, lo siguiente:
1.- La firme y categórica
disposición del pueblo tachirense de
defender unidos las glorias de nuestra patria, su soberanía, su honor y
valor republicano, como pueblo por siempre comprometido con la democracia, la
justicia, la paz, la libertad y la integración.
2.- El rechazo y condena, con la mayor
determinación, de los continuos pronunciamientos y actuaciones del gobierno
nacional y regional en los hechos que vienen ocurriendo en territorio
fronterizo, violatorios de derechos humanos, acuerdos y tratados
internacionales, que han ocasionado daños morales, personales y materiales de
tal magnitud, que son causa de
indignación y repudio en todo el mundo civilizado. Nos avergüenzan estos
sucesos oprobiosos, xenofóbicos que
deben ser investigados y sancionados con toda rigurosidad por los organismos
internacionales competentes.
3.- Destacar que esta región
fronteriza tiene un origen común y una historia compartida que se manifiesta en
vínculos de sangre, de costumbres y cultura; con desarrollo de valores y
virtudes incuestionables y en esencia, una gran
actividad creativa conjunta, que históricamente han forjado miles de hombres y mujeres, que constituyen la gran familia
colombo-venezolana, que forman parte de la dinámica que genera el puerto
terrestre más importante de Latinoamérica y que hoy dolorosamente, sufre las retaliaciones
del poder central, como también del chantaje y soborno institucionalizado en
múltiples alcabalas y controles.
4.- Enfatizar, que las acciones que repudiamos, dejan lamentables
e indeseables secuelas que afectan gravemente la vida y actividad diaria de la
frontera, con incidencia en todos los órdenes de la dinámica social, familiar,
económica y cultural de la zona, ocasionando grandes e irreparables perdidas y
numerosos inconvenientes para sus habitantes, y para todos los que por ella
transitan.
5.- Exigir a los gobiernos de
Venezuela y Colombia que es sensato y urgente definir para esta región las
normas jurídico-económicas que garanticen la integración, los derechos y
deberes, la seguridad personal y jurídica, la erradicación de mafias y organizaciones
político-militares que imponen su propia ley, ante la indefensión de los
ciudadanos. Es también obligante exhortar a ambos gobiernos a consultar dichas
normativas con los ciudadanos e instituciones que integran la frontera, para
sembrar la fuerza de la unión, el progreso y la cultura de la paz.
6.- Igualmente declarar que el
gentilicio tachirense está íntimamente enraizado en este portal de ambas
naciones con las mejores cualidades que enaltecen al pueblo de Colombia y forman
parte de nuestro ADN vital y colectivo, y por ello afirmamos, que no habrá
ahora ni nunca jamás, ninguna infortunada acción que pueda romper esta
histórica y fraterna hermandad.
Por ello, en ejercicio del derecho que nos confiere la
Constitución, exigimos:
a.
El cese inmediato, por parte del
gobierno nacional y estadal, de las acciones represivas violatorias de los
derechos humanos, leyes y tratados internacionales que regulan la actividad
fronteriza, acogiéndose a los mismos de manera estricta y sin dilaciones.
b.
La apertura inmediata de la frontera y
garantizar el restablecimiento pleno del encuentro familiar y de las
actividades sociales, comerciales, educativas, productivas, de tránsito y
asistenciales en las zonas afectadas, prodigando la debida protección de vidas
y bienes.
d. Reparar los daños morales y materiales ocasionados a las familias
víctimas de los atropellos.
e. Concertar, con la participación de los sectores que hacen vida en
la frontera, la política especial que preserve la integridad territorial, la
soberanía, la seguridad, la defensa, la identidad nacional, la diversidad y el
ambiente, de acuerdo con el desarrollo cultural, económico, social de esta
particular región, destinada a favorecer la integración, mediante la Ley
Orgánica de Fronteras, ordenada en la Disposición Transitoria Sexta de la
Constitución de 1.999 e incumplida por la Asamblea Nacional. La participación
efectiva de la población fronteriza, permitirá a corto plazo conformar una
pujante metrópoli que responda a una planificación integral y concertada de
desarrollo binacional en todas las áreas del quehacer cotidiano, erradicando
las mafias civiles y militares enquistadas en la zona.
La idea de unir a los países de América
Latina y del Caribe en un solo bloque económico, político y social, para hacer
frente a las intenciones de los países poderosos, es un sueño que se gesta en
el continente desde el mismo momento en que nuestros ancestros decidieron
luchar por la independencia y la libertad de nuestros pueblos. El Libertador, en la Carta de
Jamaica dejó escrito para la posteridad:
"Yo deseo más que otro alguno ver formar en
América la más grande Nación del Mundo, menos por su extensión y riquezas que
por su libertad y gloria".
Venezolanos y Colombianos, luchemos unidos por
hacer realidad el sueño de Simón Bolívar y liberarnos de las cadenas y mafias
que nos engañan, manipulan y oprimen!
San Cristóbal, Septiembre de 2.015
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