domingo, 27 de julio de 2014

PROYECTO PAÍS VENEZUELA RECONCILIADA



Factores opináticos del país se han pronunciado unos a favor, otros en contra, la mayoría en contra, acerca de una constituyente. Los detractores fundamentalmente refieren como un obstáculo insalvable la recolección de firmas – por la lista Tascón -  y han efectuado discusiones muy serias en cuanto a su carácter originario o derivado. Con todo respeto por quienes no creen en la viabilidad de una Asamblea Constituyente,  considero que en el fondo no se trata de ninguno de estos argumentos, porque si la ciudadanía está convencida de la necesidad de cambio, no hay lista ni amenaza que valga y el carácter originario de la Asamblea Constituyente está muy claro en el artículo 347 CRBV. Lo que sí creo que sienten estos factores es la incapacidad que tiene la dirigencia política de la oposición venezolana para llevar a delante un esfuerzo serio y sostenido, para el logro de un objetivo. Ese es el real enemigo que tiene la constituyente.

Y convencida de ello decidí escribir estas líneas a los fines de refrescar varios aspectos importantes, que nos pueden llevar a concluir en la pertinencia de la constituyente: 1.- hay que tener muy claro que la constituyente no es un “salida ya”, ni “Maduro vete ya”; 2.-  La Asamblea Nacional Constituyente tiene como objeto transformar el Estado, crear un nuevo orden jurídico (nuevo orden social) y redactar una nueva constitución; 2.- que el modelo centralista, rentista, clientelar y corrupto que rechazaba la ciudadanía en los años 80, no ha cambiado;  3.- que esa necesidad de cambio la sintió el venezolano reflejado en la propuesta de Hugo Chávez y por eso votó por él; 4.- que si bien es cierto que la CRBV contiene elementos importantes que exigía la ciudadanía en el 99, no es menos cierto, que ese modelo quedó desdibujado con el Socialismo del Siglo XXI, que implementa el gobierno a través del Estado Comunal, economía rentista, poder centralizado y los derechos limitados en ejercicio del control de la sociedad, desde el 2005; 5.- que esa necesidad de cambio del modelo político sigue estando presente en la sociedad venezolana. 

            Sin embargo, una parte del país rechaza la actuación del gobierno, otro cree en ella, otro lo utiliza para su beneficio (sentido utilitario de la revolución). Parte de la legislación es socialista, otra de libre mercando, una crea una conexión directa con la ciudadanía desvinculada del Sistema Nacional de Planificación y cada día se concentra más poder en el ejecutivo. El manto de la revolución sirve para todo y para justificar todo. En el medio una sociedad dividida y atomizada, sin objetivos comunes que ha terminado en anarquía “cada quien hace lo que le da la gana”. Esa sociedad necesita un lugar para el reencuentro, reconocimiento y la reconciliación, ese es el espacio constituyente. 

Entonces, no se trata de una actitud gatopardiana. Se trata de un esfuerzo de cambiar el modelo social y político, de transformar el Estado venezolano y de reinstitucionalizarlo.  

            Esta nueva Constitución, debe saciar esa necesidad de cambio, por ello promovemos que se elabore con los principios que ha desarrollado el  Proyecto País Venezuela Reconciliada, liderado por el Ing. Enrique Colmenares Finol, que propone: profundizar la democracia participativa, con formación ciudadana, información y transparencia; transformar el sistema electoral, elecciones para todo: jueces, voceros, gremios… segunda vuelta, representación proporcional de las minorías, financiamiento de los partidos políticos; garantizar la independencia de los Poderes Públicos; crear un Estado verdaderamente descentralización y Federal con autonomía y política y financiera; fortalecer la institucionalidad en la independencia de los poderes públicos.  

              Debemos preguntarnos: ¿Queremos cambiar o no? Queremos seguir con el modelo Estado – Sociedad, centralizado, clientelar y corrupto o queremos un modelo Sociedad – Estado, descentralizado, transparente y verdaderamente democrático. El cambio está en nosotros la sociedad venezolana tiene que convertirse en actor y protagonista del cambio, que produzca una sociedad fuerte con capacidad para repeler no esté gobierno autoritario, sino cualquier otro, venga de donde venga. 

Carlota Salazar Calderón
@carlotasalazar

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