Los títulos Malos, muy malos tiempos* y Legislar para el cambio democrático* son, dos de los tantos mejores artículos de este fin de semana, donde se analiza y desmenuza la Crisis venezolana que, por los vientos que corren, está en su etapa final agonizante, y que nos obliga, como escribe Betancourt Otaiza a prepararnos para ser eficientes en la salida a nuestra tragedia… nos guste o no.
A continuación del agudo planteamiento de Carlos Raúl Hernández,
que pone el dedo en la llaga al afirmar: “Se está en medio del colapso y la
anarquía creada por la hipercentralización, lo que africaniza la sociedad” obligatoriamente
insistimos en lo mismo de lo q tanto se ha escrito y es sobre el modelo que
deberíamos adoptar “nos guste o no”.
Después de todo lo que se ha escrito (entre otros por
nosotros en la propuesta de los gochos, Proyecto país, Venezuela reconciliada
ttps://drive.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDR29KUFBDQ0JPa2c/edit?usp=sharing … …) y
las explicaciones escritas hasta la saciedad del modelo centralista, que en
Venezuela fracaso y del que está en boga en los países del primer mundo (DESCENTRALIZADOS)
y que a continuación refresco para la memoria de los lectores, es de
que existen SOLO DOS MODELOS de Estado, según la cantidad de poder que las
constituciones, les autoricen a sus Gobiernos civiles por imperativo de dos principios políticos
opuestos:
El
de centralización del poder en el gobierno civil llamado: Estado Federal de
poder Centralizado, cuyo Gobierno civil tiene poder ilimitado centralizado en
una persona; modelo que nos gobierna en Venezuela heredado desde la época de la
colonia española.
Y el
de descentralización del poder en varias instancias o personas llamado: Estado
Federal de poder Descentralizado, que es el otro modelo de Estado opuesto al centralismo,
cuyo Gobierno civil tiene poder LIMITADO, descentralizado en la mayor cantidad
de instancias y personas que ejercen de manera conjunta el poder político,
económico, educativo, etc. que se hacen contrapeso y vigilan mutuamente; también
llamado, gobierno de muchos, poliarquía, o Estado de las autonomías.
La
diferencia es la manera como ambos se constituyen en la sociedad y de allí la
importancia de esta nota. El centralismo se impone por la fuerza o el engaño y
el descentralizado que se instaura, mediante un pacto entre gobernantes y
gobernados (leer mi libro Crisis venezolana, causas y soluciones. link https://drive.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDcHk2LXVoZzU5YVk/edit?usp=sharing … … )
Ahora
bien… nos guste o no, lo deseable, es que la ineludible, cercana y obligatoria
próxima discusión, de un mejor país, sea la mejor expresión de la participación
popular y un verdadero ejercicio de renovación, paz y reencuentro, y que este indisolublemente
ligada a un PROYECTO PAÍS que nos
permita avanzar a la modernidad y al mismo tiempo al reencuentro como hermanos.
Esta
discusión, debe ser, nos guste o no,
donde se hacen estas discusiones, o sea, a través de una Asamblea de todos,
representativa de la nación como un todo, y no de fracciones particulares de
ella, donde el Normalmente invisible, poder constituyente originario, se haga
manifiesto, cuando las circunstancias politicas le reclamen su
emergencia, (caso que vivimos hoy en Venezuela con una gobernanza deplorable.)
Esta
discusión, de un mejor país, que deseamos sea, pacífica y
constitucional y que planteamos, en la propuesta de los gochos, traspasando las
causas de nuestros males, salvaría a Venezuela, presa, desde la época colonial por allá por los
tiempos de la Independencia, de un centralismo, asfixiante, que siempre ha
vivido, del esfuerzo de los 25 millones de venezolanos que habitamos el
interior del país.
Así, amarrados al texto de la
constitución vigente, en sus art 347, 348, y 349. Con la participación
determinante de las bases sociales del país de la sociedad civil organizada no
partidista, partidos políticos, gremios. Iglesias, Ongs, etc etc. Al tiempo que
discutimos el nuevo país, el proceso nos permitiría
reencontrarnos como sociedad y al mismo tiempo que lo reconstruimos, podemos
avanzar a estadios superiores de desarrollo social, para mejorar la calidad de
vida de todos los venezolanos.
Con
estas reflexiones, esperamos encumbrar en Venezuela, una verdadera rebelión,
pacífica y constitucional, que sería una verdadera evolución
a la democrática y ansiada descentralización,
vía a la modernidad, para poder distribuir constitucionalmente el poder del Estado central a los estados y municipios en
PAZ.
Los
títulos, Malos, muy malos tiempos
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/23566-malos-muy-malos-tiempos#.VeMLi7J-79M.twitter …
Y Legislar
para el cambio democrático https://shar.es/1v5hhU
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