El anuncio de comenzar a recoger firmas que hace el partido político Voluntad
Popular, no es otra
cosa que “jugar adelantado”, porque piensan que con esa acción van a cobrar
políticamente cuando este tema cobre fuerza en la sociedad venezolana. No entienden
que la propuesta constituyente debe surgir de la sociedad y debe servir para
los intereses de la sociedad, ese es el planteamiento del MID de Táchira, a
cuya cabeza está Enrique Colmenares Finol, que ha recibido apoyo de diversos
sectores sociales y políticos del país. Esta propuesta enfatiza la necesidad
del contenido ético, que permita que los diversos sectores del país puedan
encontrarse, en un espacio para la reconciliación de los venezolanos.
¿Por qué es necesaria
una constituyente? Porque, la Constitución de la República
Bolivariana de
Venezuela (1999), ha quedado para la
interpretación de los diferentes sectores del país. En efecto, la asamblea
nacional constituyente instalada en el año 1999, nace de unas bases comiciales
establecidas por el Presidente Chávez, unilateralmente, y luego la elección de
los constituyentistas contó con la presencia de un elemento perverso que fue el
quino-Chávez, que dio como resultado que el 98% de fueran oficialista, es decir,
una sola tendencia marcó esta discusión. Lo cual produjo que quienes no
estuvieron presentes, luego rechazaran rotundamente el resultado de ese proceso
político. Luego, en el año 2005 en el Foro de Sao Paulo el Presidente Chávez
establece como la única forma de enfrentar al capitalismo es con el socialismo.
De allí, pretendió una reforma constitucional en el 2007, a la cual la ciudadanía
le dijo que NO, pero pese a ello, fue presentando mediante leyes, decretos y
ejecutorias otro proyecto político denominado Socialismo del Siglo XXI, que
contempla la propiedad social, el estado comunal, economía socialista,
centralización del poder, lo cual abiertamente difiere del esquema constitucional
descentralizado y federal, propiedad privada, economía planificada de mercado,
democrática, participativa y de consulta abierta. Esto genera desencuentro en un
clima de descalificación y desconocimiento permanente. Por ello, es importante
ir a un encuentro donde los diferentes sectores de la población se reconozcan y
asuman que cada sector tiene un valor, indispensable para que todos en conjunto
podamos salir adelante.
No es un problema
legal es un problema político en el seno de la sociedad
venezolana. Por ello,
este planteamiento va más allá de los partidos políticos, de
personalidades o de
personalismos. Este es un trabajo de la sociedad venezolana a la que le llegó
la hora de expresarse, sin esperar soluciones mesiánicas que las conduzcan. Es
la sociedad dueña de su propio destino con sus encuentros y desencuentros.
El Proyecto País
Venezuela Reconciliada, ha presentado su propuesta que se
fundamenta en el reordenamiento
jurídico para redistribuir constitucionalmente el poder político, legislativo,
judicial educativo, económico (fuentes de recursos fiscales y la propiedad
sobre recursos naturales) entre las tres entidades que conforman el
reordenamiento territorial
(nacional, estadal y local) y asignarle a la provincia venezolana, constituidas
por los Estados Regionales: - competencias constitucionales y legislativas, amplias
e integrales en materia política, judicial, tributaria, administrativa y
educativa; -creación de la Cámara Alta en el Parlamento Nacional con la
representación paritaria de los estados-región constituyéndose en el equilibrio
del poder legislativo; - mecanismos de repulsa contra el fraude constitucional,
con la institucionalización de normas constitucionales que garanticen las bases
del sistema federal, las cuales no podrán ser alteradas, ni modificadas
discrecionalmente por ningún poder público; - creación de una instancia o Corte
Constitucional, que dirima los conflictos que surjan entre los diferentes poderes
públicos y conozca de todas las violaciones de la Constitución; - garantías electorales
que brinden legitimidad de origen a los elegidos, como: la doble vuelta, el financiamiento
de los partidos políticos y la representación proporcional de las minorías; -desarrollar
y profundizar el sistema nacional de participación política de la sociedad en
la gestión pública, acercar el poder a la gente, y los instrumentos de
participación ciudadana, que existen en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999), como son las asambleas ciudadanas, cabildos
abiertos, iniciativas legislativas, iniciativas populares…y el fortalecimiento
de la democracia interna en la organización comunitaria, sea mediante
asociaciones civiles u consejos comunales; - transformación del Poder Judicial mediante
la elección pública de los jueces y creación de las Cortes de Justicia
Regionales; - dar mayor poder y capacidad de actuaciones a las locales, implica
una gran responsabilidad en su actuación, pero evita los abusos e imposiciones
del poder central. Cuyo fin último es la estabilidad y paz social. En donde nos
coloquemos por encima de las diferencias ideológicas y salgamos a desarrollar
objetivos comunes, como sociedad, que generen capital social.
Existen otras
propuestas, una de ellas, la del Partido Voluntad Popular, perfecto.
Ese partido debe
explicarle al país cuál su proyecto y trabajar en ese sentido, no como una “salida”,
la constituyente no es una “salida”, la constituyente es una vía constitucional
para la construcción de un nuevo orden social, la reinstitucionalización del
país y una nueva carta fundamental, reflejo de la sociedad venezolana y no de
una parcialidad partidista. Pero lo que no debe es salir a destiempo a exigirle
a la gente que firme un cheque en blanco, esa acción que genera desconfianza.
Esperemos que ese partido político rectifique, así como lo hizo con la “salida”
y comience a presentar su propuesta, su proyecto de cara a una asamblea
nacional constituyente, que a las firmas les llegará su hora y esa será cuando
la sociedad esté clara qué y por qué va a firmar.
Carlota Salazar
Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
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