“POR QUÉ FRACASAN
LOS PAÍSES”
Y LA PROPUESTA DE LOS GOCHOS DEL MID
El ejemplo con el que parte este libro se
refiere a la dispar realidad que se vive en la ciudad de Nogales, la cual cuenta
con una mitad estadounidense y otra mexicana, separadas por un cerco de
alambre. Mientras en la primera el ingreso per cápita de cada hogar es de
treinta mil dólares anuales y sus habitantes gozan de óptimos índices de empleo
y de instituciones educacionales y de salud de excelente calidad, en la segunda
el ingreso per cápita anual de cada familia sólo llega a diez mil dólares, el
desempleo es preocupante y la calidad de la su educación y centros de salud
deja mucho que desear.
¿Qué hace que dos países tan cercanos el uno
con el otro en términos físicos sean tan disímiles entre sí? En todo el mundo
se replican ejemplos de desigualdades entre naciones, y la respuesta no es una
sola.
Se suele aludir muchas veces a las
circunstancias climáticas, culturales y/o geográficas, las cuales no han
probado de por sí ser una ventaja o limitación para que un país determinado
alcance el desarrollo.
La teoría que según los autores Daron
Acemoglu y James A. Robinson hace más sentido en explicar la prosperidad de
unos y la pobreza de otros, tiene relación directa con las diversas formas en
que las naciones han administrado el poder político y económico, como asimismo
la manera en que se han generado y desarrollado sus cuerpos intermedios.
La hipótesis se sustenta en la existencia al interior de las naciones de instituciones políticas y económicas que pueden ser inclusivas o extractivas. Las instituciones inclusivas están al servicio de todos los habitantes de la nación (EFDescentralizado) y fomentan el emprendimiento y la creatividad, no dando pie a concesiones arbitrarias de poder. Por el contrario, las instituciones extractivas sólo favorecen a un grupo determinado de habitantes, (EFCentralizado) los cuales se hacen del poder monetario sin dar facilidades a quienes no pertenecen a este círculo para que repliquen estos beneficios, lo que no otorga beneficios a la población para que ahorre, invierta e innove.
Existen dos clases diferentes de Estado
federal, según la cantidad de poder que tengan sus gobiernos civiles: a)
Centralización del poder: Estado Federal
de poder Centralizado (EFC) y b) Descentralización del poder: Estado Federal de poder Descentralizado
(EFD).
Es particularmente llamativo el hecho de que
en los países con instituciones inclusivas, (o sea EFDescentralizados) que por ende son los más exitosos, los derechos
de propiedad cuenten con muchas garantías de protección, lo que incentiva a sus
habitantes y a las empresas a desarrollar actividades económicas de diversa
índole, teniendo la certeza de que sus inversiones y negocios estarán seguros y
no le serán despojados de un momento a otro, lo cual no ocurre en países que
poseen un largo historial de inestabilidad política y guerras internas, lo cual
deriva en instituciones extractivas que sólo otorgan acceso al poder a unos
pocos, (EFCentralizados) que por lo
general manejan a su antojo el ordenamiento jurídico de dichas naciones en
vista a mantener sus beneficios y pagar favores políticos o de guerra.
Hay países que en su historia, han
demostrado exitosamente que se pueden derribar instituciones extractivas para
reemplazarlas por unas inclusivas. Ejemplo de ello fue la Revolución Gloriosa
que se produjo en Inglaterra en 1688. Ello, porque fue “un importante sector de
la población quien impulsó los cambios para favorecer a toda la nación”.
Mención aparte merece el caso de los estados
del sur de los Estados Unidos, los cuales sólo despegaron económicamente al
derogar todo vestigio de segregación racial en su ordenamiento jurídico,
coyuntura que surgió con el llamado movimiento de los derechos civiles de las
décadas de los cincuenta y sesenta.
Asimismo, hay muchos ejemplos de países que
sólo han conocido de instituciones extractivas, siendo muestras de ello muchos
países africanos, los cuales al lograr la independencia de sus respectivos
colonizadores pasaron a enfrascarse en guerras civiles por el control de los
recursos naturales de sus países, teniendo estos conflictos su génesis muchas
veces en las diferencias étnicas y religiosas existentes desde tiempos
inmemoriales entre las distintas tribus que pueblan el continente negro, todo
lo cual fue
pasado por alto por los europeos al momento de la colonización e
independencia de Africa. Por ende, los africanos dejaron de depender de un ente
extractivo (los colonizadores europeos) para pasar a manos de otro tanto o más
extractivo que el anterior (las guerrillas y caudillismos políticos post
período de independencia).
También es digno de analisis el dispar
destino de los territorios americanos, ya que mientras en las colonias inglesas
de Norteamérica se impuso entre los colonos un sistema de concesión y
explotación de la tierra basado en el trabajo individual de cada colono, que se
desprendía de la filosofía “quien no trabaja no come”, en Centro y Sudamérica
tuvo lugar el ineficaz y extractivo método de la Encomienda, el cual sólo
favoreció a grupos muy determinados de colonos españoles quienes percibían las
ganancias derivadas de la explotación de los recursos naturales, en desmedro de
la población aborigen. En una gran mayoría de países centro y sudamericanos, el
carácter extractivo de la Encomienda marcó a fuego sus instituciones
posteriores, por lo que a estas naciones les ha sido extremadamente difícil dar
lugar a un crecimiento económico que favorezca a la totalidad de sus
habitantes.
Al final
del libro, se destaca el actual desempeño de Chile, Brasil y México (si bien se
señala que este último país posee una cultura monopólica del poder económico
que ha impedido su despegue del subdesarrollo) como ejemplos de países que han
logrado la estabilidad política y que han hecho avances significativos hacia un
mayor pluralismo, en contraste con países como Argentina y Colombia, que han
visto cada vez más mermadas sus opciones de desarrollo por el populismo y la
irresponsabilidad de sus gobernantes en el primer caso, y de la amenaza que
suponen para su estabilidad el narcotráfico institucionalizado y las guerrillas
paramilitares en el segundo.
Especialmente ilustrativos resultan los
relatos sobre la realidad de países con economías centralizadas, donde hay
prácticamente nulas posibilidades de desarrollo individual óptimo. El clásico
ejemplo del contraste que salta a simple vista en la fotografía satelital de la
península de Corea, donde se distinguen nítidamente las diferencias entre Corea
del Norte y Corea del Sur en cuanto a luminosidad. La historia de Uzbekistán,
ex república socialista soviética, y de la imposición de su gobierno a los
propietarios agrícolas relativa a la cuota obligatoria de algodón destinado a
exportaciones, es otro ejemplo.
Reuniendo todos los ejemplos relatados en la
obra, se desprende el papel fundamental que juega la difusión por parte de los
gobiernos de las responsabilidades individuales y de la protección de los
derechos de propiedad, así como de la ética de trabajo de los seres humanos. El
pretender forzar a una mayoría a trabajar sólo para satisfacer las ansias de
poder de unos pocos, muchas veces en nombre del bien superior de la nación u
otros fines de índole moral, sin dejarles espacio a que decidan por sí mismos
su destino y que administren por sí sus bienes y obligaciones, conduce
invariablemente a la corrupción de política y que la riqueza de una nación sólo
beneficie a quienes tienen contacto directo con las cúpulas formadas gracias a
la acumulación de poder.Interesante es que mucho
antes, de salir este importante trabajo de Acemoglu y Robinson, nuestro
Movimiento Independiente Democrático
(MID) llegó a las mismas conclusiones respecto a Venezuela, y además,
suministramos las causas y solución de la crisis, en dos libros:
A. CRISIS VENEZOLANA, Causas y Soluciones
estructurales B. PROYECTO PAÍS, Venezuela reconciliada…Vía
Constituyente:
Destaca el hecho que la propuesta antes mencionada, no sólo considera la
necesidad de una Constituyente Nacional, para poder realizar estos cambios
estructurales, sino también lleva implícito la convocatoria de las respectivas
Constituyentes Regionales, para articular en los textos constitucionales (nacionales
y regionales), los cambios que hagan posible el funcionamiento completo del
nuevo Estado Federal de poder Descentralizado.
Viendo así las cosas, en Venezuela, NO
es hora de reformar, sino de reemplazar la actual división político-territorial
del poder. Este es el factor decisivo para restablecer el Estado de Derecho, para
reconciliar y reconstruir el país y, de este modo, superar la corrupción, la
pobreza, la ignorancia y la exclusión social que son
características propias e inherentes al centralismo cuando este ya cumplió su
ciclo. El hecho de no cambiarlo,
acaba alimentando la proliferación de movimientos autoritarios, militaristas,
populistas y radicales.
Pd:
Parte del escrito tomado de la reseña del libro: “por qué fracasan los países” de Daron Acemoglu y James Robinson
Luis “Balo” Farías
Inclusión política y económica control a élites extractoras clave descubierta para derecha o izquierd. Nueva biblia sociopolieconómica.
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