lunes, 20 de julio de 2015

El cambio positivo es necesario e ineludible

Por Humberto Acosta R (*)

La grave crisis política-económica y moral que sufre el  pueblo venezolano, ha  conducido al desbaratamiento de Venezuela. El régimen produjo lo inimaginable: el cambio negativo de un país rico, a uno de los países de mayor pobreza en el mundo actual. La presumida  “revolución  chavista” hizo el anti- milagro de cambiar  a una Venezuela de muchos recursos, con muchos problemas, pero  que ciertamente crecía y producìa y un bolívar fuerte, en libertad y democracia, por una Venezuela empobrecida, dividida, atrasada y el bolívar envilecido, cuyos signos del evidente caos se observan  en los ámbitos esenciales de la República. Así, puede resumirse, en lo: Político, ineptocracia, inconstitucionalidad, fractura institucional, ingobernabilidad, militarismo y autocracia. Económico: aparato productivo destrozado, improductividad, inflación, escasez, e intervencionismo oficial. Social: división, exclusión, anarquía, desconfianza, anarquía, anomia, atraso, pobreza, desempleo, servicios pésimos e inseguridad social y ciudadana. Moral: Corrupción hasta los tuétanos, fraude, desconfianza, desesperanza, desmoralización, mentiras y engaños y en las Relaciones Internacionales: colonialismo, aislamiento, desprestigio, entreguismo e incoherencia

El caos no permite encontrar el desarrollo. Tampoco, vivir ni trabajar o  estudiar en paz   con seguridad y esperanza. Adicionalmente, existe la pretensión del gobierno por eternizarse, aplicando represión, ventajismos,CNE parcializado y un  autodenominado Plan de la Patria impuesto,populista e improvisado, fundamentado en un  modelo socio-económico  anti.constitucinal,fracasado, autoritario y militarista, anclado en el  pasado y con un balance sumamente negativo de altos costos.

En tales circunstancias el cambio es necesario e ineludible. El 80% de los ciudadanos, quieren cambio. Hasta la base aún chavista, decepcionada de sus “dirigentes revolucionarios”  y frustrada por los resultados pésimos, también, luce agotada, de tanta corrupción, ineptitud y  promesas sin cumplir, en estos 16 años del régimen. Las últimas marchas, encuestas y otras manifestaciones populares así lo demuestran, sin embargo, para hacer realidad el cambio positivo se necesita, básicamente, la unidad e inclusión de los ciudadanos,  para disponer que la Fuerza Popular, organizada y movilizada, enfrente y  derrote democrática y electoralmente a la Fuerza Gubernamental. Ello significa que la Sociedad Civil y el liderazgo político democrático organizado con Objetivos comunes, pensando más en Venezuela que en intereses personales, de grupos o de partidos, acuerden dos aspectos determinantes, urgentes e importantes:

1º Pacto Social- Político por la Reconciliación y Reconstrucción de Venezuela, con el Proyecto País, como base y 2º Aplicando la Constitución Nacional Bolivariana, discernir y aprobar consensuadamente la Ruta Democrática a seguir en el presente y año próximo, especialmente en el periodo posterior e inmediato de las elecciones parlamentarias. Se necesita interpretar bien  el contexto y saber qué hacer con el malestar y el anhelo de los venezolanos y con el destino  hoy confuso e  indeterminado de la Sociedad, Estado e Instituciones nacionales.

Por consiguiente, lo sensato e inteligente es pactar para  realizar conjuntamente los esfuerzos necesarios a favor de la integración de la Fuerza Popular, potencialmente presente en la Sociedad y sostenida en la Constitución y asumir Iniciativas Populares, con Objetivos superiores y comunes a todos. Objetivos del País y Objetivos inherentes a las comunidades regionales/locales y de los ciudadanos, todos posibles de lograrlos, si dialogamos, debatimos y acordamos, entre todos, la formulación de un Proyecto de País  y la forma en que el mismo pueda ser ejecutado en libertad, democracia y paz.

Este Proyecto de País y Pacto Social- Político,  diseñados y ejecutados, en el marco constitucional, para re-construir la República, en consenso. Ambos instrumentos de política son para la reconciliación e integración de Venezuela cuya realización se garantiza  recurriendo a la conciencia y  responsabilidad ciudadana para utilizar los recursos que  dispone la sociedad nacional, principalmente: Fuerza Popular con Iniciativa, capital humano competente y el clamor por el  cambio y  desplazamiento democrático de los  jerarcas del régimen actual, causantes del caos.Ademas,hay experiencias nacional e internacionales de acuerdos políticos para el restablecimiento de sistemas demòcraticos.Ejemplos referénciales: Chile, España, Colombia y el Pacto de Punto de Fijo,  exitoso para la República Democrática, acordado en 1957, por los dirigentes y partidos políticos de aquel momento.

 Especialmente es fundamental, en el  Pacto, definir el que hacer después de las elecciones parlamentarias de este diciembre, proyectando y  analizando desde ya  los diferentes resultados y escenarios posibles: Ganar con mayoría absoluta o simple o incluso perder dicha Asamblea. Principalmente, conocer, discernir y acordar sobre los diferentes procesos constitucionales que  pudiéramos realizar para los Objetivos referidos: Referéndum, Reforma Constitucional, Solicitud de Renuncia al Sr. Maduro o convocar a un Proceso Constituyente por Iniciativa Popular, invocando los artículos 347  y 348  Constitucionales. Todos, procesos legítimos, viables, cuyas ventajas y desventajas deben ser estudiadas, en función de  seleccionar el más adecuado para garantizar la participación efectiva de los ciudadanos y el logro de los grandes Objetivos Nacionales.  Tenemos que cambiar  positivamente: Por un nuevo y mejor País donde exista  reconciliación, gobernanza, gobernabilidad y   autonomía e independencia de  poderes. Un país federal donde prevalezca la justicia sin impunidad, descentralización, autonomías regionales y el respeto de los DDHH e Instituciones (Universidades, Iglesia, FFAANN, Colegios, Gremios, Sindicatos, Familia, etc.). Cambio positivo   por  la Venezuela que está sufriendo colas, escasez, indignidad e inseguridad. Cambio ineludible por la juventud estudiosa y trabajadora, por un futuro democrático y digno, sin presos ni exilados políticos, por  libertad y desarrollo. Cambio  positivo de régimen y de un modelo equivocado e inconstitucional que después de 16 años mayormente produce… pena, dolor, vergüenza e indignación. Solución si hay. Entonces, vamos a su encuentro con la fuerza popular organizada y movilizada, con firmeza  y FE.

 (*) Profesor Universitario.Ex.Rector UNET

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