lunes, 31 de agosto de 2015

Malos, muy malos tiempos… son buenas, muy buenas oportunidades de Legislar para el cambio democrático

Por Luis "Balo" Farías
 
Los títulos Malos, muy malos tiempos* y Legislar para el cambio democrático*  son, dos de los tantos mejores artículos de este fin de semana, donde se analiza y desmenuza la Crisis venezolana que, por los vientos que corren, está en su etapa final agonizante, y que nos obliga, como escribe Betancourt Otaiza a prepararnos para ser eficientes en la salida a nuestra tragedia… nos guste o no. 

A continuación del agudo planteamiento de Carlos Raúl Hernández, que pone el dedo en la llaga al afirmar: “Se está en medio del colapso y la anarquía creada por la hipercentralización, lo que africaniza la sociedad” obligatoriamente insistimos en lo mismo de lo q tanto se ha escrito y es sobre el modelo que deberíamos adoptar “nos guste o no”.
Después de todo lo que se ha escrito (entre otros por nosotros en la propuesta de los gochos, Proyecto país, Venezuela reconciliada
drive.google.com/file/d/0B6yI0g) y las explicaciones escritas hasta la saciedad del modelo centralista, que en Venezuela fracaso y del que está en boga en los países del primer mundo (DESCENTRALIZADOS) y que a continuación refresco para la memoria de los lectores, es de que existen SOLO DOS MODELOS de Estado, según la cantidad de poder que las constituciones, les autoricen a sus Gobiernos civiles  por imperativo de dos principios políticos opuestos:

El de centralización del poder en el gobierno civil llamado: Estado Federal de poder Centralizado, cuyo Gobierno civil tiene poder ilimitado centralizado en una persona; modelo que nos gobierna en Venezuela heredado desde la época de la colonia española.
Y el de descentralización del poder en varias instancias o personas llamado: Estado Federal de poder Descentralizado, que es el otro modelo de Estado opuesto al centralismo, cuyo Gobierno civil tiene poder LIMITADO, descentralizado en la mayor cantidad de instancias y personas que ejercen de manera conjunta el poder político, económico, educativo, etc. que se hacen contrapeso y vigilan mutuamente; también llamado, gobierno de muchos, poliarquía, o Estado de las autonomías. 
La diferencia es la manera como ambos se constituyen en la sociedad y de allí la importancia de esta nota. El centralismo se impone por la fuerza o el engaño y el descentralizado que se instaura, mediante un  pacto entre gobernantes y gobernados (leer mi libro Crisis venezolana, causas y soluciones. link  drive.google.com/file/d/0B6yI0g … )
Ahora bien… nos guste o no, lo deseable, es que la ineludible, cercana y obligatoria próxima discusión, de un mejor país, sea la mejor expresión de la participación popular y un verdadero ejercicio de renovación, paz y reencuentro, y que este indisolublemente ligada a un PROYECTO PAÍS que nos permita avanzar a la modernidad y al mismo tiempo al reencuentro como hermanos.
Esta  discusión, debe ser, nos guste o no, donde se hacen estas discusiones, o sea, a través de una Asamblea de todos, representativa de la nación como un todo, y no de fracciones particulares de ella, donde el Normalmente invisible, poder constituyente originario, se haga manifiesto, cuando las circunstancias politicas le reclamen su emergencia, (caso que vivimos hoy en Venezuela con una gobernanza deplorable.)
Esta discusión, de un mejor país, que deseamos sea, pacífica y constitucional y que planteamos, en la propuesta de los gochos, traspasando las causas de nuestros males, salvaría a Venezuela, presa, desde la época colonial por allá por los tiempos de la Independencia, de un centralismo, asfixiante, que siempre ha vivido, del esfuerzo de los 25 millones de venezolanos que habitamos el interior del país.
Así, amarrados al texto de la constitución vigente, en sus art 347, 348, y 349. Con la participación determinante de las bases sociales del país de la sociedad civil organizada no partidista, partidos políticos, gremios. Iglesias, Ongs, etc etc. Al tiempo que discutimos el nuevo país, el proceso nos permitiría reencontrarnos como sociedad y al mismo tiempo que lo reconstruimos, podemos avanzar a estadios superiores de desarrollo social, para mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos. 
Con estas reflexiones, esperamos encumbrar en Venezuela, una verdadera rebelión, pacífica y constitucional, que sería una verdadera evolución a la democrática y ansiada descentralización, vía a la modernidad, para poder distribuir constitucionalmente el poder del Estado central a los estados y municipios en PAZ.
Los títulos, Malos, muy malos tiempos http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/23566-malos-muy-malos-tiempos#.VeMLi7J-79M.twitter 
Y Legislar para el cambio democrático https://shar.es/1v5hhU 

lunes, 24 de agosto de 2015

El alcance de un Presidente

Por Luis Manuel Aguana

Nunca como ahora los venezolanos estamos padeciendo lo que es capaz de hacer un Presidente de la Republica en nuestro país. Sus atribuciones le dan un poder más allá de lo imaginable para influir en la vida y muerte de los venezolanos. Y cuando quien conduce los destinos de todos solo tiene la capacidad para manejar un autobús, entonces el problema reviste una importancia trascendental, al punto que es mandatorio revisar el alcance de lo que en el futuro sea capaz de hacer quien ocupe ese puesto, a la luz de un nuevo ordenamiento jurídico y constitucional.

¿Cómo es posible que por la decisión de UNA SOLA PERSONA se cierre la frontera económicamente  mas activa de Latinoamérica, afectando la vida de millones de personas? ¿No creen ustedes que una decisión como esa debería estar en manos de un Congreso a dos Cámaras en sesión conjunta, luego de la discusión profunda de sus implicaciones políticas, económicas, sociales e internacionales?

Ya es hora que los venezolanos empecemos seriamente a reflexionar hasta donde ha llegado la locura, con independencia de que se pueda o no estar de acuerdo con un proceso Constituyente. Nadie a estas alturas puede estar en desacuerdo que el país está completamente descuadernado y es inviable. Ya la necesidad de repensarlo y reconstruirlo no está en discusión. Lo que se debiera estar discutiendo ahora es la manera en que lo haremos. En el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) explicamos cómo, proponiendo el camino para lograrlo.

Es por esa razón que a estas alturas los venezolanos deben haber arribado a dos   importantes conclusiones bastante obvias: a) No puede seguir siendo posible que para ser Presidente de la República sea suficiente ser venezolano, mayor de 30 años, sin otra nacionalidad, de estado seglar y no estar sometido a condena definitivamente firme. Por ese hueco se coló alguien sin ninguna preparación; y b) Si para ocupar el cargo más  bajo en cualquier organización, se exige un nivel educativo de acuerdo a la posición que se aspira y la experiencia asociada (y en todos los casos un examen médico y psicológico), imagínense ustedes que requisitos le debemos solicitar a la persona que conducirá los destinos del país, y que tiene el poder de afectar decisivamente nuestra vida.

En este sentido, mi propuesta es que elevemos el nivel de los requisitos y, adicionalmente a lo exigido en la Constitución, el candidato a Presidente tenga AL MENOS un título universitario, preferiblemente con postgrado, con una experiencia laboral de no menos de 20 años, en cualquier rama del conocimiento. Así habrá trabajado en algo el tiempo suficiente para entender lo que significa ganarse la vida y el impacto de eso en la vida de otros. No puede compararse la madurez de una persona que no haya tenido esa experiencia con la de cualquier persona que resulte electa por su sola simpatía. Creo que la previsión constitucional hecha hace más de 50 años que se ajustaba a los políticos del momento, debe ajustarse a las exigencias y complejidades de los nuevos tiempos.

Ya es hora que Venezuela empiece a hacer uso del extraordinario capital humano que posee y que la dirigencia política se preocupe para conseguir la educación necesaria para conducir el país. En este mundo globalizado NO ES SUFICIENTE para los políticos tener buenas intenciones sino que además estén  preparados para entender los procesos que están ocurriendo, por lo que se hace imperativo que quienes tengan la responsabilidad de manejar los asuntos del Estado tengan la preparación necesaria para enfrentarlos.

Aquí no estamos discriminando a nadie para acceder a esa posición privilegiada. Aquel que aspire a ser Presidente de la República, además de ser un político experimentado debe ser capaz de entender y darse a entender en asuntos muy complejos, y eso definitivamente requiere de una educación de nivel, independientemente de su ideología política. Hace falta lo político pero en estos tiempos eso no basta.

Algunos me dirán, “ya esos políticos contratan asesores expertos”. Para nada sirven los expertos si quienes toman las decisiones no son capaces de comprender  la importancia de lo que se les plantea por falta de experiencia y educación.

Al ejercer el Presidente de la República “el mando supremo de la Fuerza Armada Nacional” (Articulo 236, aparte 6 de la Constitución) se le está dando a UNA SOLA PERSONA el poder de poner en estado de sitio a un territorio y aterrorizar a sus habitantes tal y como lo está haciendo el Ilegitimo en el Estado Táchira en este preciso momento, donde los militares están tratando a esa población como los nazis trataron a los judíos en la II Guerra Mundial en la Europa sitiada, marcando las casas y extraditando sin formula de juicio a quien no le consiguen una cédula de identidad.

Al darle al Presidente la potestad de “declarar Estados de Excepción y decretar la restricción de garantías” (Artículo 236 aparte 7 de la Constitución) se está poniendo en las manos de UNA SOLA PERSONA la capacidad de violar masivamente nuestros derechos humanos en el momento que le de la gana, ya que posee el poder de decidir como quiera que es una excepción y que no lo es, como en efecto está ocurriendo en la frontera con Colombia.

 ¿Cómo puede tener UNA SOLA PERSONA el poder de disolver la Asamblea Nacional? (Artículo 236 aparte 21 de la Constitución) ¿Es que los votos del Presidente de la República valen más que los de los 167 Diputados electos por los ciudadanos en cada Estado? ¿Cómo puede estar en manos de UNA SOLA PERSONA la “administración de la Hacienda Pública Nacional” (Artículo 236 aparte 11 de la Constitución),- los reales de todos nosotros-, sin que esta se vuelva loca y los reparta y se los robe él y su círculo cercano, como se ha hecho en estos últimos 16 años? Nadie puede tener tal poder absoluto sin que se corrompa absolutamente. Y todo eso está en “la mejor constitución del mundo”, fetiche coreado por la misma oposición complaciente que quiere su turno en la “administración” de la fiesta.

El alcance de lo que puede hacer un Presidente de la República en Venezuela debe ser examinado a fondo en una Asamblea Nacional Constituyente que deberemos convocar nosotros, los venezolanos para cambiar esta barbaridad. Los Poderes del Presidente deben ser reducidos a una expresión controlable por un Parlamento de dos Cámaras, dejando las materias que nos afectan a todos los venezolanos en manos de nuestros legítimos representantes. Solo así podremos en el futuro elegir a un Presidente, no a un Dictador.

Caracas, 24 de Agosto de 2015

Twitter:@laguana

jueves, 20 de agosto de 2015

LA MUD Y EL REFERENDO REVOCATORIO DE MANDATO

Por Arq. Luis Granados

Con insistencia los integrantes de la MUD y su Secretario Ejecutivo, el Lic. Jesús “Chuo” Torrealba, vienen en esta campaña electoral, planteando a los venezolanos que una de las iniciativas que promoverán una vez concluido este proceso, será ir a la convocatoria de un Referendo Revocatorio de Mandato al ciudadano Nicolás Maduro. Al respecto se da por entendido que el mencionado referendo no está ligado en modo alguno al resultado electoral que se obtenga el próximo 6 de diciembre, sino que es una iniciativa establecida en el art. 72 de la Constitución a la que tienen derecho acudir los ciudadanos o sectores organizados, para proceder a revocar  todo cargo de elección popular que se considere no siga ejerciendo, transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario.

 En el caso que nos ocupa es más que procedente la revocatoria del mencionado funcionario, pero se debe tener en cuenta la normativa que lo regula establecida en una resolución del CNE, identificada asi: REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA PODER ELECTORAL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL RESOLUCIÓN No. 070207-036 Caracas, 07 de febrero de 2007 196º y 147º,  ( buscar texto completo en Google ), de la que transcribo, sin dejar de tener importancia la totalidad de la resolución, los  Capitulos III y IV, para el análisis y reflexión del lector, conociendo la naturaleza del régimen,  el contexto dentro del cual se implementa el referendo y de las atribuciones que el CNE se reserva para su convocatoria:
Capítulo III
De la recepción de las manifestaciones de voluntad

ARTÍCULO 12. Declarada la procedencia de la participación, la Junta Nacional Electoral propondrá al Consejo Nacional Electoral dentro de los quince (15) días continuos siguientes, los centros de recepción de las manifestaciones de voluntad, tomando en cuenta las variantes geográficas y de población electoral.

ARTÍCULO 13. La manifestación de voluntad deberá contener:
a)      Nombre, apellido y cargo que ejerce el funcionario cuyo mandato se pretende revocar, así como la indicación de la fecha de la toma de posesión efectiva del mismo.
b)      Nombre, apellido, cédula de identidad, fecha de nacimiento, y firma manuscrita original de los electores y electoras solicitantes de la convocatoria de referendo revocatorio de mandato.

ARTÍCULO 14. La recepción de manifestación de voluntades, se realizará por un máximo de tres (3) días y se regirá por el siguiente procedimiento:

a.       El elector o electora debidamente inscrito en el Registro Electoral de la Circunscripción respectiva manifestará su voluntad, registrando su huella en la plataforma de identificación biométrica y estampando su firma dentro del lapso y centros de recepción establecidos por el Consejo Nacional Electoral.
b.      Al final de cada día de recepción de las manifestaciones de voluntad, se levantará acta original y tres copias, en la cual se dejará expresa mención del lugar y fecha en que se inició y cerró el proceso de recepción, el número de manifestaciones recogidas cada día y los datos legibles y firmas de los funcionarios y de los testigos de los presentantes y del revocable. Los funcionarios, así como los testigos tienen la obligación de firmar el acta original y las copias.
c.       Al final de cada día de recepción de las manifestaciones de voluntad, los funcionarios, en presencia de los testigos de los presentantes y los del revocable, procederán a precintar los instrumentos de recepción de las manifestaciones de voluntad, las cuales quedarán en resguardo de los efectivos del Plan República.
d.      Concluida la recepción de manifestaciones de voluntad, los funcionarios entregarán a los efectivos del Plan República los instrumentos de recolección, las actas originales y el resto del material utilizado en el proceso de recepción de manifestaciones de voluntad, para su remisión inmediata a la Junta Nacional Electoral.

Capítulo IV
De la verificación y cuantificación de las manifestaciones de voluntad y Convocatoria

ARTÍCULO 15. A los efectos de determinar quiénes pueden ejercer legítimamente el derecho a solicitar el revocatorio, se toma como base el Registro Electoral existente en el mes siguiente a la fecha en que se cumple la mitad del período del mandato del funcionario revocable. 

ARTÍCULO 16. En un plazo no mayor de quince (15) días continuos contados a partir de la recepción de todas las actas levantadas en el proceso de recepción de las manifestaciones de voluntad, la Junta Nacional Electoral procederá a la verificación y cuantificación de dichas manifestaciones.

ARTÍCULO 17. Si efectuada la cuantificación, las manifestaciones de voluntad son iguales o mayores al veinte por ciento (20%) exigido para la procedencia del referendo revocatorio, el Consejo Nacional Electoral procederá dentro de los tres (03) días siguientes a su convocatoria. Si por el contrario, la solicitud no cumpliera con el referido porcentaje, el Consejo Nacional Electoral declarará sin lugar la solicitud de referendo revocatorio.

ARTÍCULO 18. La celebración del referendo revocatorio de mandato se llevará a cabo dentro de los noventa (90) días continuos siguientes a la convocatoria.
Ahora bien, que respuestas tiene la MUD y promotores del referendo a las siguientes consideraciones entre tantas otras?... Valdría la pena abrir un debate al respecto… por ejemplo:
El art. 12. Señala que es la Junta Nacional Electoral la que escogerá de acuerdo “obviamente a su interés” o control político, los centros donde se hará la recolección de las firmas a nivel nacional.
El art. 13. Que en su redacción no tiene mayor objeción en su contenido, no deja de preocupar a muchos, (no sabemos cuántos), puede conducir a la reedición de una nueva lista TASCON. Asistirían las decenas de miles de funcionarios opositores al régimen a firmar sin temor a represalias? Etc.. etc..

El art. 14. Hace prácticamente imposible la recolección de las firmas, puesto adicional a que te dicen en que sitios debes ir a firmar (art. 12) también indican que debe hacerse en un lapso de TRES DIAS (3). Es decir, recoger en estos tres días un total igual o mayor del 20% de los electores inscritos en el registro electoral, (19.261.000 votantes),  que viene a ser 3.852.200 firmas. 1.300.000 por día, promedio
Adicionalmente estos sitios de recolección deben contar con la presencia de testigos que representen a los revocantes como al revocado. Estaría garantizado que los representantes de Maduro estén en disposición de colaborar o de obstruir el proceso?,  Se presentaran de manera impune los colectivos a amenazar a los firmantes?, permitirá el CNE las veeduría internacional en caso de convocarse a referendo? Conocida últimas actuaciones, no ajustadas a la normativa electoral de miembros del Plan Republica en muchas entidades, en este caso cual puede ser su conducta? Etc.. Etc..

El Capítulo IV se refiere a la verificación de las firmas y sobre este tema hay mucha tela que cortar, referidas a experiencias previas llenas de impugnaciones elevadas al Tribunal Supremo de Justicia, poder sumiso a la voluntad del funcionario a Revocar que difícilmente daría la razón a los promotores del REVOCATORIO DE MANDATO. Creo yo, no se ustedes.

Y si se aprobara hacer el revocatorio es necesario superar por un voto como mínimo los 7 millones 505,338 votos con que gano, es decir 7 millones 505.339 sufragios.

Estas y tantas otras interrogantes supongo ya estén plenamente consideradas y resueltas por la MUD, que debemos conocer los electores, ante los reiterados anuncios a esta iniciativa. 

Considero y conmigo millones de venezolanos, que mientras este CNE siga al frente de cualquier evento electoral en el país, el respeto a la voluntad del elector, la imparcialidad, transparencia, celeridad, confiabilidad, protección, pulcritud y oportunidad de los actos electorales de cualquier índole, no están en modo alguno garantizados. 

Finalmente quiero dejar al análisis y reflexión de los venezolanos sin excepción, que sabiendo que el fracaso esta en el modelo centralizado vigente, que castra las iniciativa de los ciudadanos, las regiones y municipios donde habitan, por funcionarios del poder central que como reyezuelos administran toda la actividad nacional; entonces, porque no considerar como verdadera solución a nuestros males, convocar a un Proceso Constituyente Originario por iniciativa popular, contemplado en los artículos 347, 348 y 349 de la constitución, que permita pasar del actual modelo envilecedor, a uno de Estado Federal Descentralizado con municipios autónomos fuertes y autonomía para el desarrollo regional e institucional. Proceso constituyente que por su carácter originario no acude para nada al CNE actual, reglamentado por los ciudadanos, soportado por un espíritu de reconciliación sin impunidad, que nos una en el propósito de adelantar un profundo y radical cambio de la estructura actual, apoyados en una gran Fuerza Popular dispuesta a refundar la Republica y en un Proyecto de País que nos conduzca ciertamente al desarrollo, progreso y modernidad; donde impere el trabajo, la propiedad privada, la justicia, la democracia y la libertad. Proceso constituyente cuya convocatoria solo requiere el apoyo del 15% de los electores inscritos en el Registro Electoral, es decir 2.889.000 firmas.

No es momento de pensar con miopía de propósito, ni de buscar un  quítate tu pa’ ponerme yo.. ni de arreglos a espalda de los venezolanos, entre gallos y medianoche o de Mesías salvadores. NO.. En vez de revocar un funcionario… revoquemos con coraje y dignidad el desorden existente y demos vida a una nueva Venezuela, mediante un Proyecto de País y un Proceso Constituyente Originario… Es el momento de pensar en grande y tenemos sobradas razones y recursos de todo tipo para hacerlo.  Adelante…

viernes, 14 de agosto de 2015

El reto de una Rebelión

Por Luis Manuel Aguana

Desde mucho antes que Don Rafael Grooscors Caballero reeditara la frase “La Rebelión de las Regiones” para la propuesta del Proyecto País Venezuela, en su crucial artículo del mismo nombre en el año 2013 (ver La Rebelión de las Regiones en http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2013/10/rafael-grooscors-caballero-la-rebelion.html) y su insistencia en el año 2014 (ver Insistiendo en la Rebelión de las Regiones en http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/12/insistiendo-en-la-rebelion-de-las.html), no hemos dejado de escribir desde el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) acerca de la necesidad de un reordenamiento completo del sistema político del país (ver mi nota acerca del tema en http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/05/la-rebelion-de-las-regiones.html), que permita el empoderamiento del municipio como la unidad político-territorial fundamental para el desarrollo y la profundización de la descentralización, no solo política sino institucional, con la reingeniería completa de la actual forma del Estado, como base fundamental para aprovechar las potencialidades de cada una de las regiones del país.

Creemos que esa es la verdadera solución de largo plazo para los desequilibrios políticos y económicos que ha sufrido el país en su tránsito accidentado desde su fundación. Sin embargo no es fácil convencer a la gran cantidad de actores que se mueven en el escenario político, habida cuenta de lo intrincado de la madeja de intereses que se conectan de la manera más inverosímil. Partidos-viejos y nuevos-, políticos,  empresarios, instituciones completas, tienen intereses que se remontan a décadas para no permitir que el poder se deslice hacia las regiones.

Hay demasiado en juego y eso es a lo que nos enfrentamos. El petróleo administrado en manos de pocos ha creado ricos en varias generaciones, solamente con poseer el control de los contratos de un Estado mega-centralizado. La presente generación, la llamada  boliburguesía es la última y más completa versión de esta enfermedad que hace que el vicio se enraíce y las élites del pasado traten infructuosamente de retomar el control centralizado del poder. Prácticamente han mudado al país a los bancos de la corrupción y el narcotráfico.

Mientras tanto, un grupo de “soñadores pendejos” de la sociedad civil regional pretenden que eso cambie, proponiendo un resurgimiento del federalismo, que le daría el control del país a los ciudadanos de todas las regiones, y cuya cristalización acabaría con esas expectativas, que de hacerse realidad ubicarían al país de nuevo en cero para comenzar de nuevo ese círculo vicioso de riqueza rápida y corrupción, pero esta vez en manos de la “oposición”. Reclamamos, desde la perspectiva ciudadana de la sociedad civil, comenzar un nuevo círculo, pero esta vez virtuoso, con un enfoque completamente diferente. De allí nuestra diferencia principal con aquellos que piensan que cambiando al gobierno se acabarán nuestros problemas.

Deberemos no solo cambiar a este gobierno por las vías constitucionales, sino también cambiar al sistema político que lo hizo posible, y eso no se hará por la vía expedita de esperar o provocar la renuncia del Presidente, o la revocatoria de su mandato el 2016.

Y esto, en consecuencia, nos pone en una situación singular, ya que como quiera que se vea hay que realizar mucho trabajo previo para construir la arquitectura que soporte nuestra propuesta de un nuevo Estado Federal Descentralizado. Se ha descrito el “qué”, contenido en el Proyecto País Venezuela Reconciliada, incluso parte del “cómo” -la vía Constituyente-, pero con todo y ese adelanto, todavía la gente no ve a esta propuesta lo suficientemente viable como para sustituir largos años de sojuzgamiento centralizado.

Y tienen razón. En el proceso de construcción de una Venezuela Federal es necesario definir al menos los lineamientos Federales, Estadales y Municipales de ese posible nuevo estado de cosas, comenzando por explicarle a la gente como se operaría y lo que se obtendría desde los niveles regionales, que son los que tocan al ciudadano común. Si estamos hablando de que una región se haga cargo de su propio destino, es necesario que esta región y sus liderazgos tengan bien claro una visión de su desarrollo y los problemas que habrán de afrontar para conseguirlo. Y nadie más que ellos para realizar esa tarea. Ese es el verdadero reto de esta Rebelión.

No es fácil cambiar siglos de pedirle a un centro que atienda necesidades. Y más difícil aun modificar la mentalidad de los ciudadanos que consideran que con solo cambiar a un Presidente de la República su calidad de vida mejorará. Años de populismo centralizado y desenfrenado serán ciertamente un obstáculo para poner a pensar a la gente de una manera productiva. Sin embargo, la situación económica será un buen incentivo, y aún mejor catalizador para ese cambio.

Entonces las verdaderas proposiciones a la población deberán salir de los Estados a sus propios ciudadanos. Los equipos de trabajo constituyentes de los Estados deberán generar las propuestas institucionales necesarias para operar de una manera autónoma, porque nadie de fuera vendrá a hacerlo por ellos. Son quienes conocen bien sus territorios, su cultura, su idiosincrasia, y cuáles son sus fortalezas. En otras palabras cual sería su propuesta para sobrevivir y generar riqueza, si tuvieran la autonomía para eso. En la planeación de una propuesta federal para el país, cada Estado debe adelantar su propio modelo de desarrollo regional y como se implementaría dentro de un marco federal.

No es un trabajo trivial, pero solamente el acometerlo pone a sus promotores a pensar en la región posible y el mundo infinito de posibilidades que se abrirían si sumáramos todas las potencialidades de todas las regiones del país, y las interrelacionáramos. De eso se trata precisamente la Rebelión de las Regiones, de construir ese marco institucional para el desarrollo, que parte precisamente de todas las regiones del país, el corazón vivo de la República que produce, y contraponerlo a la estructura carcomida de corrupción y centralismo que tenemos ahora. Es una extraordinaria manera de pensar que Venezuela si tiene un futuro que esta por construir.

Caracas, 14 de Agosto de 2015

Twitter:@laguana