El significado clásico de la palabra política, deriva del adjetivo polis (politikos) que significa todo lo que se refiere a la ciudad. Concepto desarrollado por Aristóteles en su obra “Política”, que debe ser considerada como el primer tratado sobre la naturaleza, donde se analiza la relación del hombre con la ciudad, las funciones y las divisiones de estado y las formas de gobierno. Deja sentado Aristóteles que el principio de la política está relacionado con el concepto de poder. El poder político pertenece a la categoría de un hombre sobre otro hombre, entre gobernantes y gobernados, entre soberano y súbditos, entre estado y los ciudadanos, entre orden y obediencia “unos mandan y otros obedecen”.
He
desarrollado el concepto de política desde la visión sociológica de Augusto Comte, que la coloca en la naturaleza
de las cosas, del hombre su naturaleza y su esencia.
La
anti política debe ser todo lo contrario a este concepto. Sin embargo, en estos
tiempos el concepto de anti política se ha utilizado para descalificar acciones,
con las cuales no se está de acuerdo, y las colocan en el muro de los lamentos
de la anti política. Con ello, se han quedado a ver la paja en el ojo ajeno y no
revisan que esa permanente descalificación es la real anti política.
Todo
comenzó con la llamada “salida” que fue
desarrollada al margen
por el movimiento estudiantil, que es una masa amorfa
conformado por: independientes, adecos, copeyanos, de voluntad popular y otros.
La “salida” degeneró en guarimbas en todo el país y con ello dos alcaldes destituidos,
muertos, lesionados y presos políticos. El sector de los partidos políticos incorporados
a la MUD y su líder Henrique Capriles, no estuvieron de acuerdo y para marcar distancia
plantean la vía electoral como única,
exclusiva y excluyente camino a seguir – pero sí se sentó
a dialogar con el gobierno por efecto de la crisis política que produjo la “salida”,
para lo cual sí fue una oportunidad -. Posteriormente los líderes de la “salida”
desarrollan otras iniciativas: asambleas ciudadanas y asamblea nacional constituyente.
Pero
cuando se entra en el análisis resulta que ya la “salida” pasó a la historia y la
historia la juzgará. Ahora nos encontramos con diversas formulas, ideas o planteamientos:
asamblea de ciudadanos,
asamblea nacional constituyente y elecciones: ninguna
excluyente. El oposición debe abrazar en su seno todas y cada una de ellas a los
fines de que cada líder pueda
desarrollarla y fortalecerse.
Lo que no puede hacer
la MUD es rechazar
y apartarse de ellas, porque “…eso
debilitaría el liderazgo de quien ya tiene ungido como candidato…”,
eso sí le haría mucho
daño a la llamada “oposición democrática”.
Entonces
señores, dejemos de vernos el ombligo para comenzar a ver el horizonte. Dejemos
las descalificaciones entre propios
y pongámonos a transitar
el camino del
Proyecto País a desarrollar cuando se ganen elecciones por la vía electoral. Personalmente
me inclino por la vía de la asamblea nacional constituyente para el desarrollo del
Proyecto País Venezuela Reconciliada, que trabaja
la gente del Movimiento
de Integridad Democrático (MID), a cuya cabeza se
encuentra Enrique Colmenares Finol, Luis Manuel Aguana, Luis Farías, entre otros.
Pero si en ese transitar hay elecciones hay que ir a las elecciones y sí se pueden
hacer unas asambleas ciudadanas, para escuchar a la gente ¿por qué no? Ahora, hay
que sentarse a trabajar las coincidencias y diferencias, y veremos cómo hay más
fondo que forma, sólo en ese momento haremos la real política.
Carlota
Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
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