No escribo
para cumplir una obligación semanal o diaria con algún medio. Ni tengo un día
de la semana para "aparecer". Escribo en mi blog cuando siento que lo
que digo es importante compartir, y algunos medios y numerosos amigos con sus
respectivos blogs y redes me honran con replicar estas líneas cuando las hago
públicas.
Escribo
cuando siento-y a veces me equivoco-, que hay que señalar algo que no se ha
visto o simplemente un punto de vista en relación a un tema importante y que
deseo puntualizar. A veces eso puede ocurrir varios días seguidos o bien no
ocurrir.
Hago esta
reflexión inicial porque hay un refrán muy sabio que dice que cuando uno no
tiene nada que decir lo mejor es quedarse callado. Porque hablar por hablar o
escribir por escribir puede resultar ser muy contraproducente. Y hacerlo para
decir lo mismo que han dicho otros, o peor aún, intervenir sin haber entendido
a cabalidad lo que se discute me hace hacer la seña de “tiempo fuera” para
hacer una aclaratoria de orden.
En estos
días se ha intensificado la publicación de muchos artículos de opinión en
relación al tema Constituyente. Y algunos-maliciosamente a mi juicio-, no
aportan nada al debate sino que se quedan en la negación, insistiendo que nos
estaríamos "suicidando" con plantear esa salida o que nuestra
historia está llena de constituciones. Incluso, una última que escuche tuvo que
ver que los cambios que proponemos se pueden hacer con la Constitución que
tenemos. Eso no es lo que estamos discutiendo.
¿Qué parte
del cuento no entendieron? ¿Adónde nos quedamos en la explicación de esto? Lo
voy a gritar, usando el texto en mayúsculas, como es la costumbre en la
etiqueta de las redes, a ver si nos hacemos entender:
¡NO ES LA
CONSTITUCIÓN CARAJO! ¡LA DISCUSIÓN QUE PLANTEAMOS ES QUE HAY QUE VOLVER A
PENSAR Y RECONSTRUIR EL PAIS! ¡QUE DEBEMOS HACER UN ALTO PARA VER COMO
RESOLVEMOS LO QUE TODOS DESTRUIMOS. ¡RECONSTRUCCION Y RECONCILIACION, DE ESO SE
TRATA ESTE DEBATE! (por favor disculpen el “anglicismo” pero es necesario)
Cuando
planteamos un sueño del país que podemos hacer y que a todos les gusta, la
mayoría de las personas se quedan en lo chiquito del discurso frente a lo
grande del reto que tenemos por delante. Cuando hablamos de esto en foros y
reuniones, las opiniones discurren en el debate politiquero del porque vamos a
cambiar “la mejor Constitución del mundo” y NO que esta es la resultante de un
modelo atrasado de país y como consecuencia de ello estamos como estamos, y que
necesitamos cambiar el modelo porque el que tenemos NO FUNCIONA.
Es como si
cuando hablamos de reconstruir el sistema de distribución de agua de una ciudad
alguien sale diciendo que el problema es que hay que reemplazar los tubos que
están rompiéndose. ¡Precisamente! Se rompen porque la red está caduca, mal
diseñada y sobresaturada, que la ciudad creció y hay que repensar un nuevo
sistema más adecuado a las necesidades de la gente porque por más que cambiemos
los tubos, esta solución NO SERVIRA NUNCA, Y LOS TUBOS SE SEGUIRAN ROMPIENDO
HASTA QUE NO COMPRENDAMOS EL PROBLEMA EN GRANDE.
Eso mismo
pasa con el país. ¿Es posible continuar con un sistema basado en un centralismo
fundamentalista en la toma de decisiones y esperar que el país se desarrolle
como un todo? ¿Es posible que pocas personas centralicen la riqueza de todos y
esperar que eso le llegue a la mayoría? Que cuando el Presidente de la
Republica le dice a un ministro que tape huecos o recoja la basura es que NO HA
ENTENDIDO EL PROBLEMA NI SABE DONDE ESTA PARADO. Que cuando un Presidente de la
Republica-una sola persona-, decide por todos adonde va a parar y como se va a
gastar la renta petrolera propiedad de todos los venezolanos, ya de entrada
todo el sistema está mal diseñado desde la concepción inicial del modelo.
Cuando
hablamos de Constituyente es para que el debate apunte a discutir porque el
país esta así y a producir una solución entre todos No si vamos a descabezar
los poderes públicos, o si Maduro es colombiano-que lo es porque no ha
demostrado lo contrario-, o si el problema es que estos delincuentes del
régimen han permitido una invasión para controlar al país y se han enriquecido,
sino es para que eso no siga pasando-cortándolo desde sus raíces-, realizando
una reingeniería institucional que haga nacer al país desde sus cenizas y que
evite que esto no pase mas en el futuro. EL DEBATE ES PARA REFUNDAR UNA NACION.
Ustedes
dirán que me fumé la lumpia de Aristóbulo, pero es lo que yo quiero como
venezolano. Y uno tiene que partir de lo que desea, de un sueño, para trabajar
y hacerlo posible. ¿Se acuerdan de Martin Luther King y su histórico discurso
“Yo tengo un Sueño” (“I have a dream”)
en Washington, hace 50 años justo el 28 de agosto pasado? Pueden ver como se
cambia la historia de un país en menos de 20 minutos en http://www.youtube.com/watch?v=0h1tZCCdWOM. King no fue a pedir allí que el gobierno
norteamericano dejara viajar a la gente de color en los autobuses. Fue a pedir
por un sueño de un país unido sin distinciones de ninguna especie y que la
democracia y el sueño americano fuera para todos y por igual.
Cuando me
topé por primera vez con el Proyecto País Venezuela, me encontré con eso mismo,
con un sueño de país. ¡Tenemos un sueño! Pero este sueño solo puede ser
cristalizado con una discusión de altura de cada una de sus partes. Me gustaría
ver artículos discutiendo, por ejemplo, que no les gusta del 6to. Eje del
Proyecto, en su parte correspondiente al destino de la renta petrolera: “3) Transformar a PDVSA en Empresa de
Propiedad Social Indirecta: Todo Venezolano desde su nacimiento es propietario de una Acción Intransferible. Los
dividendos le garantizan un Sistema Seguridad Social (Seguro de Salud, al
Desempleo, a la Asistencia Social) y Educación, de por vida; 4) Utilizar el
petróleo como el recurso fundamental para el desarrollo y crecimiento económico
del país;”. Y que argumenten porque no están de acuerdo en que ese uso
aparezca de manera explícita en la Constitución y nos digan porqué no les
gusta. Ese es en realidad el debate que debemos dar. Yo quiero un uso de la
renta petrolera como la que le da Noruega y Dubai a su petróleo. Y si otro
piensa diferente que lo diga y lo sustente.
Una vez
suficientemente debatido, creemos que ese Proyecto País (ver Proyecto País Venezuela – Reconstrucción y Reconciliación Nacional -
MID Táchira/AVERU en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDUmhEbXFZMGR0bEU/edit?usp=sharing)
debe ser transformado en artículos Constitucionales y líneas de ejecución
legales para que sean discutidos y aprobados en una Asamblea Nacional Constituyente.
En pocas palabras, debatir primero el país que queremos y luego ponerlo en
blanco y negro en un proyecto Constitucional que sería discutido por los
mejores venezolanos, elegidos limpiamente por el pueblo en un proceso
constituyente.
Ahora bien, no somos tan ingenuos para no pensar que esto no tiene
enemigos. Están en el gobierno y en la oposición. Tampoco somos ingenuos para
no pensar que existen todo tipo de trabas legales y de otra índole para
llevarlo a cabo, como todo sueño que se precie de tal. Pero primero hay que
tenerlo para luchar por él y buscar hacerlo realidad.
En este corto espacio no discutiré que lucha hay que dar para llegar a eso,
pero si les puedo decir algo: si un pueblo masivamente está convencido que hay
que realizar un cambio, no hay manera que nada lo detenga, ya sea legal,
político o institucional. Solo miren hoy el color del Presidente del país donde
una vez un soñador dijo en
Washington que tenía un sueño…No se puede desestimar el sueño de un pueblo.
Caracas, 1
de Septiembre de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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